El virus símico continúa expandiéndose por el mundo, sumando más de 14 mil casos a nivel global, en tanto Chile ya acumula 45 casos confirmados de viruela del mono. Ante esta emergencia sanitaria, el rol de la prevención en los sistemas de salud ha generado interés sobre los mejores métodos médicos para prevenirlo: las vacunas.

Fue durante el pasado fin de semana que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la viruela del mono emergencia sanitaria de preocupación internacional”, una de sus máximas alertas.

A la fecha los casos de esta enfermedad superan los 14 mil en 75 países, siendo uno de ellos Chile.

De acuerdo al último reporte del Instituto de Salud Pública, los contagios de viruela del mono en el país ascienden a 45 hasta el 26 de julio, con un alza del 95%.

Para hacer frente al brote de la enfermedad, países europeos y Estados Unidos ya han puesto a disposición de su población vacunas preventivas.

Tal es el caso de EE.UU quienes desde la semana pasada están realizando jornadas masivas de vacunación, debido a los más de 1.400 casos solo en el área de Nueva York.

Vacunas contra la viruela del mono

A partir de este antecedente es importante destacar que en el mundo solo hay dos vacunas autorizadas para inocular de manera preventiva a la población: Jynneos e Imvanex.

La primera de las vacunas contra la viruela del mono, Jynneos, consiste en un compuesto autorizado por la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense.

Esta fórmula puede ser inoculada solo a mayores de 18 años que tienen riesgos de contraer el virus.

Jynneos se usa para prevenir la viruela común y la viruela del mono, detalló el departamento de salud del estado de Nueva York.

Esta vacuna debe “administrarse en dos dosis separadas por 4 semanas o 28 días”, describe el infectólogo de Clínica Las Condes, Diego Saa. La excepción, agrega, son “aquellos pacientes que han recibido el compuesto inicial con el virus vaccinia, por lo que solo necesitan una dosis de refuerzo”.

¿Cómo funciona Jynneos?

La vacuna Jynneos “contiene el virus de la vaccinia, que está relacionado con los virus de la viruela y de la viruela del mono”, sin embargo, este virus “se ha debilitado, por lo que no puede replicarse en las células humanas y no puede propagarse a otras partes del cuerpo ni a otras personas”, explicó el profesional.

De acuerdo al departamento de salud neoyorquino, esta vacuna ayuda tanto a la prevención del virus como al tratamiento de este, ya que “también puede reducir el riesgo de infección si se administra durante los cuatro días siguientes a la exposición”, detallaron.

Además, reduciría el riesgo de desarrollar cuadros graves de la enfermedad si se “administra durante los 14 días siguientes a la exposición”.

La vacuna permite a la persona “generar defensas, anticuerpos y linfocitos de memoria que le permiten defenderse al organismo”, explicó Saa.

Entre los síntomas que se pueden experimentar luego de la inoculación están “la cefalea (dolor de cabeza), náuseas, dolores musculares, decaimiento y dolor o enrojecimiento local en la zona de punción”, agregó el especialista.

Su contraparte europea, Imvanex, fue autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), para ser administrada en los países de dicho continente.

Ambas fórmulas comparten varias similitudes, entre ellas, que puede ser usada desde los 18 años y es suministrada en dos dosis separadas por cuatro semanas o 28 días. Además, solo funcionan como compuestos preventivos.

¿Cómo funciona Imvanex?

No obstante, a diferencia de Jynneos, Imvanex no contiene el virus debilitado, sino que lo tiene “vivo y modificado con raíz en la viruela vacunoide de Ankara” el cual tiene relación con el virus de origen de la viruela.

Otro diferenciador es que este compuesto europeo tiene contraindicaciones para las personas que tengan “alergias a las proteínas del pollo, benzonasa y gentamicina”, explicó el infectólogo.

Actualmente, en el país no están disponibles ninguna de estas dos vacunas, afirmó el profesional, aunque la OMS y el ISP estarían trabajando en la autorización de uso de los compuestos en el país.