En septiembre de 2020, Bridgette Garza, de 39 años, de Texas (EE.UU.) notó un grano en su trasero que pensó que no era “nada de qué preocuparse”. Diez días después se despertó de una siesta desorientada y su pierna estaba cubierta de ampollas, por lo que tuvo que ser ingresada en el hospital.

En el hospital se le diagnosticó fascitis necrotizante, una infección bacteriana grave que afecta el tejido debajo de la piel, los músculos y órganos circundantes, y pasó 17 días en cuidados intensivos.

Más tarde, fue sometida a siete operaciones, ocho injertos de piel y una amputación de la pierna izquierda por debajo de la rodilla mientras los médicos luchaban para detener la propagación de la infección. El diagnóstico no era nada alentador, según los médicos que la trataron, Bridgette tenía tan sólo un 2% de probabilidades de sobrevivir.

“Me dolía la pierna, pero no fui al médico por el coronavirus. No quería arriesgarme a contraerlo y pensé que el dolor desaparecería”, dijo la mujer a Daily Mail.

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Bridgette no sabe dónde pudo contraer la bacteria, pero, entre las hipótesis barajadas se cree que pudo haberla contraído tras la mordedura de una araña.

Después de cuatro semanas en el hospital, la mujer tuvo que reaprender a caminar y ahora, un año después, es completamente autónoma e independiente.

Según explican desde Clínica Mayo, si bien algunas mordeduras de araña resultan leves, existen otras que puede generar graves daños como es el caso de la viuda negra o la araña reclusa parda, mejor conocida en Chile como la “araña de rincón”.

Los síntomas que puede causar la viuda negra, van desde la hinchazón y marcas rojas, dolor y rigidez intensos, malestar abdominal intenso o cólicos, escalofríos, fiebre y náuseas.

En el caso de la araña de rincón, esta puede generar dolor intenso, enrojecimiento de la zona, que puede tornarse azul o morado dependiendo del nivel de la mordedura. En ambos casos de no ser tratados correctamente, pueden ser potencialmente mortales.

Algunas formas de tratarlo es limpiar la mordedura con agua y jabón suave, aplicar un ungüento antibiótico para ayudar a prevenir la infección. También, se puede poner un paño húmedo y frío en la zona, para reducir la hinchazón y dolor.