De acuerdo con el último Informe de Deuda Morosa de Equifax, más de 371 mil personas cayeron por primera vez en situación de mora. En este contexto, el bienestar financiero de las personas debe ser una preocupación para las empresas, ya que la incertidumbre económica en los colaboradores afecta significativamente su rendimiento y productividad, lo que además se puede traducir en costos relevantes para las organizaciones.

El sobreendeudamiento es una preocupación para muchos chilenos y, por supuesto, no es fácil convivir con esa carga de manera permanente. De acuerdo con el último Informe de Deuda Morosa de Equifax, más de 371 mil personas cayeron por primera vez en situación de mora. En tiempos de incertidumbre económica, como el actual, la falta de seguridad de poder cumplir con las obligaciones económicas en el corto plazo, es un factor de estrés relevante.

En este contexto, el bienestar financiero de las personas debe ser una preocupación para las empresas, ya que la incertidumbre económica en los colaboradores afecta significativamente su rendimiento y la productividad, lo que se puede traducir en costos significativos para las organizaciones.

Es sabido que el estrés financiero también puede aumentar el ausentismo y la rotación laboral. El Foro Económico Mundial en su último estudio indicó que post pandemia los niveles de estrés llegaron a su nivel más alto históricamente, por lo que el porcentaje de empleados proclives a cambiar de trabajo es mucho mayor bajo el contexto actual. Esto puede ser muy costoso para las organizaciones al perder a empleados talentosos y experimentados, requiriendo invertir en la capacitación de nuevos empleados.

Por lo anterior, los niveles de inflación, las condiciones restrictivas para créditos y la disminución en la inversión son condiciones que deben poner en alerta a las empresas y hacerlas comprender que son factores externos críticos a considerar en sus prioridades, sobre todo en sus planes de retención y atracción de talento, para así asegurar la sostenibilidad en el largo plazo.

Es preocupante, además, el bajo nivel de conocimiento financiero de los trabajadores chilenos. La Comisión para el Mercado Financiero dio a conocer en 2022 que sólo un 20% de la población maneja adecuadamente conceptos como inflación, interés y diversificación. Esta falta de información puede llevar a tomar malas decisiones financieras y con ello aumenta el riesgo de mayores niveles de endeudamiento.

Para abordar estos problemas desde las empresas, es fundamental que adquieran un rol activo y se ocupen, pero ¿cómo? Fomentando la educación financiera entre sus colaboradores. El último estudio de beneficios laborales elaborado por Mercer concluye que apenas un 10% de las empresas en Chile cuenta con algún tipo de beneficio en términos de ahorro a sus empleados, mientras que un 21% brinda asesoría en finanzas. Por ello es fundamental que las empresas ofrezcan beneficios financieros adecuados y que se adapten a las necesidades de los trabajadores. Por ejemplo, planes de ahorro para la jubilación con contribuciones adicionales de la empresa, seguros y programas de ayuda financiera de emergencia, y, sobre todo, educación financiera, con programas enfocados por segmentos de trabajadores (edad, género, ubicación geográfica, etc.). Lo último es crítico para contribuir a largo plazo y resolver el problema desde la base.

Por último, para reducir el estrés financiero, es clave que las empresas promuevan un ambiente de trabajo que fomente una cultura de bienestar financiero. Creando espacios de confianza, que propicien el diálogo abierto y la transparencia en torno a los temas de “plata”.

Haciéndonos cargo, aplicando algunas de estas ideas, las empresas podemos construir un futuro laboral más seguro y generar una mejor calidad de vida para nuestros trabajadores.

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