La manera en cómo se debe abordar el fallecimiento de un progenitor es una pregunta que surge con frecuencia por parte de los establecimientos educacionales cuando uno de sus alumnos ha perdido a alguno de ellos.

Durante los días previos a estas conmemoraciones, los recintos educacionales se preparan para dicha ocasión organizando diversas actividades como desayunos, elaboración de un regalo y actos artísticos. ¿Pero qué pasa con los niños y niñas que han perdido a su papá? ¿Es necesario dejar de hacer este tipo de preparaciones? ¿Se le debe incentivar a que lo realicen para otra persona?

Es importante tener presente que la celebración del Día del Padre es un homenaje que involucra no solo a la comunidad escolar, sino que también se desarrolla desde un ámbito social. Los niños estarán inundados de información sobre está conmemoración; por eso, pensar que los menores no se darán cuenta de la existencia de este día es una ilusión que solo puede complicar las cosas, si se intenta hacerlo pasar desapercibido. De esta forma, la recomendación es hacerse cargo de la situación y evitar hacer como que nada sucede.

¿Cómo ayudar al alumno?

Se sugiere brindarles a los niños la posibilidad de no realizar la actividad del Día del Padre en su colegio, si es que así lo desean.

Por eso, es recomendable tener una conversación sobre lo que se considera que es mejor para él o ella, donde pueda expresar libremente sus deseos los cuales deben ser respetados. Hay que considerar que esta decisión puede ir cambiando durante los días, ya que puede variar de acuerdo al estado de ánimo del menor.

Se le puede sugerir la posibilidad de realizar la actividad y llevar el regalo al cementerio o dejarlo en un lugar especial, como una manera de homenajear a su papá. Si se muestra reticente, podemos eximirle de la actividad y proponerle otra alternativa, como por ejemplo, que mientras sus compañeros dedican tiempo a preparar el regalo del Día del Padre, ellos sean los encargados de los materiales o de apoyar el trabajo de sus compañeros.

Si el niño o niña quiere realizar la actividad, y tiene intención de incluir a otra persona significativa, porque él o ella quiere homenajearlo debido al grado de vinculación que tienen, no se le debe prohibir.

Es importante poder manejar esta situación con el resto del curso, transparentando ciertos aspectos respecto a lo que ocurre para que no surja un inconveniente. En este sentido, la idea es que el estudiante no se sienta diferente, no sea aislado y que los otros niños tampoco se sientan incómodos haciendo la actividad junto a él o ella.

Y, por último, se debe estar atento para contenerlos emocionalmente, entendiendo que es un periodo de muchos cambios emocionales por lo que necesitan más apoyo, en especial cuando todo está girando alrededor de esta conmemoración.

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