Las redes ardieron la mañana del jueves 6 de diciembre. Es decir, las redes de quienes se ocupan de un cierto tipo de arte contemporáneo. No sé si se habrán dado cuenta, pero hay varios tipos de arte contemporáneo.

En Artischock, una revista de periodismo generalista de arte, que en años anteriores operó como plataforma de relaciones públicas de la feria Ch.ACO, este año se “sacó los zapatos” publicando una columna en contra de la misma feria, armada a partir de anécdotas bastante lamentables relativas a la última versión.

Dos días más tarde, una larga columna de El Mostrador, con información refrita y amplificando algunas de las informaciones ya adelantadas por el otro medio, volvió a la carga y selló –al parecer- el destino de la feria.

Mientras el galerismo vendiera algo, soportaban la caída, bajo la excusa de que era nuestra única feria…
- Justo Pastor Mellado

¿Qué ocurrió que hizo que la revista cambiara de postura? Todo lo que se señala en estas columnas ya se lo habían advertido al equipo de gestión; pero mientras el galerismo vendiera algo, soportaban la caída, bajo la excusa de que era nuestra única feria y que había que apoyarla.

Loable propósito que no encontró la complicidad adecuada, porque el equipo se aisló de los sectores que les indicaban unas exigencias que no entendían por qué debían cumplir. Desde hace años el galerismo extranjero manifestaba sus críticas ante un trato que no satisfacía las promesas. Pero seguían viniendo a perder dinero, bajo la creencia voraz de que algo se podía salvar.

La columna es importante porque resume un malestar colectivo que ya había hecho su camino…
- Justo Pastor Mellado

Pero como siempre ocurre, el cúmulo de infracciones llegó a un punto en que a la revista no le quedó más que “subirse al carro” y pasó a sistematizarlas, exponiéndolas como un inventario que recogía lo que ya todo el mundo decía. La columna es importante porque resume un malestar colectivo que ya había hecho su camino. Esto quiere decir que el comportamiento de las gestoras de Ch.ACO sobrepasó todo lo aceptable.

En términos estrictos, la columna de Artischock no es una columna de crítica, sino una miscelánea montada a partir de una construcción de insatisfacción, experimentada por un sector de usuarios que no está acostumbrado al maltrato. Las gestoras habrían incumplido un protocolo implícito que debía reunir condiciones mínimas para que una producción de esta naturaleza funcionara.

Las menciones que se hacen a la ausencia de wifi, a la interminación de stands, a la delgadez de la tabiquería, a la lejanía, a la cantidad de polvo, al carácter de ruina del entorno, al chiste de plan piloto, etc., configuran una lista de situaciones que hablan de una gran incompetencia a nivel de la gestión material.

La columna omite situaciones, que si bien denuncian la existencia de severos conflictos de interés que ponen en duda la probidad ética de su conducción, no ahonda en las abiertas sospechas de nepotismo y abuso de confianza…
- Justo Pastor Mellado

Sin embargo, la columna omite situaciones, que si bien denuncian la existencia de severos conflictos de interés que ponen en duda la probidad ética de su conducción, no ahonda en las abiertas sospechas de nepotismo y abuso de confianza que rodean la producción de esta última versión, pero que viene a profundizar la crisis de desarrollo que ya se venía advirtiendo en versiones anteriores.

La columna de Artischock recoge lo que todo ese mundo del arte comentaba en voz alta desde el primer día de la feria, por lo que no dice nada nuevo ni tampoco expone algún tipo de riesgo narrativo. Lo que hace es no abordar la principal incompetencia de esta feria, que es de carácter conceptual y político.

Los efectos políticos son graves. Para llegar a este grado de descomposición, el equipo de gestión tuvo que disponer de la tolerancia de muchas personas y organizaciones que esperaban que la existencia de esta feria contribuyera a la internacionalización del arte chileno. Desde hace años ya se lo venían advirtiendo, pero nadie les exigió que cambiaran el rumbo, tanto en el trato como en sus proyecciones.

El hundimiento de la feria causa un gran daño a la estrategia de internacionalización del arte chileno
- Justo Pastor Mellado

En esa medida, el hundimiento de la feria causa un gran daño a la estrategia de internacionalización del arte chileno, en cuanto a la incapacidad que demostramos los chilenos para ejecutar pactos de reciprocidad. No se puede tener política exterior sin exhibir de vuelta una capacidad de reciprocidad. La feria no le hizo ningún favor a la escena.

Pero aún, hoy día, el galerismo chileno tiene que explicar donde quiera que vaya, qué fue lo que pasó. Es decir, de manera implícita, estará dando la cara por un naufragio del que también ha sido cómplice, porque no fue capaz de detener este fracaso.

No hay que rasgar vestiduras de manera tan elocuente. Esto no depende solo de las mañas y del abuso de confianza en el que han incurrido las gestoras de Ch.ACO. Esto es un fracaso de carácter estratégico, que afecta el “modelo de negocios” del arte chileno. Este ha sido el mayor desprestigio.

Lo que hay que hacer es consolidar el galerismo local y dejar de jugar con “la alternativa”.
- Justo Pastor Mellado

¿Cómo es posible que una escena de arte local como ésta no sea capaz de mantener un mercado consecuente? Es que el error consiste en pensar que la solidez del mercado está determinada por una feria.

Una feria es, más bien, un síntoma. El trabajo real, el trabajo pesado lo hacen, siempre lo han hecho, dos o tres galeristas. Lo que hay que hacer es consolidar el galerismo local y dejar de jugar con “la alternativa”.

Las galerías no son centros culturales sustitutos ni tampoco aparatos editoriales de compensación. Si tan solo el galerismo hiciera su trabajo, nos protegeríamos contra el abuso de confianza de agentes que sorprende que hayan llegado a ocupar el lugar que ostentaban. Eso habla de la fragilidad de nuestro espacio.

Cualquiera llega, grita, inventa, especula, ficciona un negocio, ilusiona, engaña, y luego cae arrastando consigo a todos quienes fueron engañados, ilusionados, abusados, y que no perdonan el haber sido puestos en dicha condición. Por eso la reacción ha sido muy violenta y la caída, muy feroz.

Justo Pastor Mellado
Crítico de Arte y Curador independiente.
Director Centro de Estudios de Arte (CEdA)
Premio Regional de Ciencias Sociales “Enrique Molina”. Concepción, 2009

Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile