El cierre del Terminal La Paz reveló una grave situación de falta de servicios básicos para los conductores de buses. Los choferes se han visto forzados a recurrir a medidas extremas, como el uso de pañales y botellas para orinar, ante la ausencia de baños y zonas de descanso.
Los conductores de buses interurbanos que llegan a Santiago desde las zonas de Lampa, Colina y Batuco, relataron en el matinal Tu Día las precarias condiciones que enfrentan a diario.
Fue el pasado viernes 3 de octubre cuando se concretó el cierre del terminal a causa de una disputa legal por el terreno que data de 2022.
Además de estas condiciones, se suma también que los choferes deben tomar pasajeros en plena Avenida La Paz.
Ante el cierre, la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de la Región Metropolitana notificó la habilitación de nuevas paradas de bus provisorias: Buses OK (Colina-Santiago) en Calle Lastra entre Av. Independencia y Av. La Paz, y la de Buses Amade en Av. La Paz entre calle Lastra y Dávila Baeza.
Condiciones de choferes interurbanos
Uno de los conductores afectados, llamado Sergio, conversó en el medio citado y confesó las medidas extremas que han tomado: “Por lo menos yo, ando usando pañales, porque si no, ¿cómo? No me queda otra”.
Para los trabajadores, que realizan trayectos que pueden durar entre tres y cinco horas (especialmente en horas punta con taco), la imposibilidad de ir al baño se convierte en una dificultad relevante.
“A las 06:38 salí de Lampa (hace dos horas), eso dura el trayecto, sobre todo cuando hay taco, después durante el día igual hay taco, pero no tanto, se demora una hora”, comentó Sergio y agregó que los choferes antes tenían la posibilidad de tomar la colación en una garita que había en el lugar y “ahora toca llegar, tomar a quienes puedes e irte”.
Adrián, también conductor, afirmó que la única opción es esperar el viaje de vuelta a Lampa para poder ir al baño, una demora que puede ser de hasta cinco horas. Adrián explicó que la rotación es tan rápida que no permite bajarse, ya que “se supone que vamos rotando, estamos cuatro minutos y nos vamos. No podemos bajarnos, quedamos en la vereda”.
Otro chofer agregó que él orina en una botella que guarda consigo: “Nos levantamos a las cuatro de la mañana, dos horas de camino, nos tomamos un café y nos dan ganas de orinar. No es digno para nosotros ni para el pasajero”.
En esa línea, señaló que los pasajeros generalmente pasan más tiempo en el trabajo y en la locomoción, por lo que “el pasajero llega ‘choreado’, aburrido y tiene que esperar en la calle”, una zona que es “supermala, hay narcotráfico, hay delincuencia. Nosotros manejamos plata, entonces sube el pasajero y debemos cerrar la puerta”.
“Esto nos afecta a todos, no se ha dado la solución de por último arrendar un local. Me interesa la seguridad de los pasajeros, vienen adultos mayores con sus carritos a comprar a La Vega, mira cuánto deben caminar, los pueden cogotear. La seguridad de los pasajeros es lo que más me importa. Me apesta que la gente esté parada acá afuera, hay niños y escolares”, concluyó.
La precariedad de estas condiciones no solo afecta a los choferes, sino que también directamente al servicio y la seguridad de los pasajeros que toman estos buses.
“Si la persona tiene ganas de orinar, no hay dónde. El público que viene a tomar la micro, dónde va a hacer sus necesidades”, cuestionó Sergio, recordando que antes el terminal sí ofrecía todos los servicios.
Buscan reabrir terminal
De acuerdo al medio citado, el conflicto del terreno que ocupaba el Terminal de La Paz se habría originado en 2022. Los dueños habrían tenido una deuda con una empresa de factoring. Dicha empresa judicializó la causa y finalmente se quedó con la propiedad del terminal, lo que derivó en el cierre.
José Amade, representante legal de la empresa Buses Amade, declaró al medio que se enteraron del cierre el 26 de septiembre y respecto a las condiciones de los conductores, explicó que están buscando soluciones, como la posibilidad de arrendar un baño de un local que queda a una cuadra.
Pese a esta intención, la solución es compleja debido a que los choferes no pueden abandonar sus buses para dirigirse al local. De todas maneras, el representante de la empresa reveló que se está trabajando en las gestiones para lograr la reapertura del terminal.
Asimismo, el Seremi de Transportes y Telecomunicaciones de la Región Metropolitana, Rodrigo Valladares, sostuvo que iniciaron “una mesa de trabajo con el objetivo de buscar distintas soluciones y alternativas para que la operación de los buses y, por tanto, los pasajeros puedan continuar con su movilidad de la mejor forma posible”.