En el inicio del juicio por el homicidio de la fotógrafa Albertina Martínez en su departamento en Santiago, el autor confeso del crimen relató en la audiencia su versión de los hechos, asegurando que estaba drogado y que ella tenía otras intenciones con él. Además afirmó que cuando salió del domicilio la mujer seguía con vida. La defensa busca rebajar la calificación de los delitos que se le imputan.
En el inicio del juicio por el homicidio de la fotógrafa Albertina Martínez, ocurrido en noviembre de 2020 en Santiago, el autor confeso renunció a su derecho a guardar silencio y relató al tribunal su versión de los hechos.
El crimen se produjo el 20 de noviembre en el propio departamento de la víctima, hasta donde llegó el imputado a entregarle un pedido presuntamente de droga. Los registros de las cámaras de seguridad permitieron posicionarlo en el sitio del suceso y acreditar su participación en el homicidio.
Jairo González, de 19 años, con el objetivo de recalificar el delito que se le imputa y evitar la cadena perpetua, detalló cómo conoció a la fotógrafa y lo que habría ocurrido en su domicilio.
Versión del imputado
Según relató, conoció a Albertina Martínez mediante la aplicación de Grinder, donde vendía droga, consignó Chilevisión.
El encuentro en el departamento habría sido la segunda vez en que se vieron para concretar una transacción de droga.
“Estábamos compartiendo con Albertina en el sillón sentados los dos, estábamos hablando, y ella se me acercaba con otras intenciones. Yo en el momento estaba drogado, me sentía como atrapado”, aseguró.
“Ella se enfadó, se enojó, me dijo que era fome, que la iba a ver y me iba a ir altiro, que era mentiroso, que nadie me estaba esperando abajo y reaccionó mal ella, me tiró un vaso de cerveza encima”, añadió.
Tras eso, reconoció que “reaccioné mal, la empujé. Le hice un nudo alrededor de la boca para que ella no pudiera alertar a los vecinos”. Asimismo aseguró que cuando salió del departamento la fotógrafa seguía con vida.
De acuerdo con lo expuesto en la audiencia, la mujer además de golpeada fue amordazada por el imputado.
Tras robar una serie de especies desde el departamento, González se cambió de ropa y con la mochila de la mujer salió del inmueble. Accionar que quedó en evidencia en los registros de las cámaras de seguridad donde se ve al sujeto arreglándose frente al espejo.
El abogado defensor, Franco Navarrete, relató al mismo medio que su representado no fue al domicilio con el objetivo de matar a alguien, sino que más bien fue “el resultado de una interacción y posteriormente a eso hay un hurto de algunas especies con la finalidad que es cambiar su apariencia física para poder bajar”.
Por eso, apuntan a bajar la calificación del ilícito a homicidio simple y posterior hurto, lo que reduciría en 30 años la condena que actualmente pide el Ministerio Público.
