Emilia Schneider (Comunes), quien fue electa diputada por el distrito 10, afirmó que la comunidad LGBTI "tiene miedo de que el próximo Presidente sea de ultraderecha". La futura parlamentaria será la primera mujer transgénero en llegar al Congreso y no se imagina un eventual gobierno de José Antonio Kast. "Cuando avanzan este tipo de alternativas aumentan los crímenes de odio, porque los discursos discriminatorios encuentran validación", afirma.

A sus 25 años, Emilia Schneider (Comunes), elegida este domingo como la primera diputada transgénero de la historia del país, se refirió a la posibilidad de que José Antonio Kast triunfe en la segunda vuelta. “La comunidad LGTBI tiene miedo de que el próximo Presidente sea de ultraderecha”, apunta.

“Cuando avanzan este tipo de alternativas aumentan los crímenes de odio, porque los discursos discriminatorios encuentran validación”, aseguró la estudiante de Derecho en entrevista con Agencia EFE.

Cuando la joven feminista y activista LGTBI celebraba su ascenso como representante de la región Metropolitana en la Cámara, Gabriel Boric era superado por el abanderado del Frente Social Cristiano en la primera vuelta presidencial.

Según Schneider, el balotaje del 19 de diciembre será “clave” para el futuro del país. Según indica, una candidatura “busca ampliar derechos de manera estable y dialogante”, mientras que la otra quiere “retroceder en algunos temas como la Ley de Identidad de Género o en el aborto en tres causales”.

“Hoy en día está en juego la seguridad, la dignidad e integridad de los derechos de la comunidad LGTBI y de las mujeres”, agregó la parlamentaria electa.

De las calles al Congreso

Ya hizo historia al convertirse en la primera presidenta transgénero de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) en 2019, mismo año en el que salió a las calles con otros miles de jóvenes durante el denominado estallido social.

Para la joven legisladora, esta movilización ciudadana fue un intento de construir “un Chile mejor, que ponga en el centro la vida digna de todas las personas”.

Por ello, las elecciones del domingo fueron para ella un día “de sentimientos encontrados” y “de dulce y agraz”. Esto, ya que “una alternativa neofascista y ultraconservadora” se apuntó la primera mayoría en la carrera a La Moneda.

“La ultraderecha busca que prime el miedo, pero nosotros tenemos que hacer que se imponga la esperanza, la misma que nos llevó a salir a votar por una nueva Constitución y la que ha primado en esta última década de movilizaciones”, aseveró.

Una ventana para el cambio

Lo que sí está claro para Schneider es que Chile enfrenta un nuevo ciclo, puesto que ninguno de los tres candidatos presidenciales más votados forman parte de los grandes grupos que gobernaron desde la transición a la democracia.

“Eso es muy revelador. Chile no quiere mirar al pasado, pero todavía no está claro cuál es el futuro con dos alternativas tan distintas”, señaló.

Por lo pronto, la joven ve una “ventana de oportunidad” en el Congreso, donde busca defender medidas como la educación sexual integral, garantizar los derechos sociales de la comunidad LGTBI y el acceso al trabajo digno con una ley que establezca un cupo laboral trans.

Finalmente, Schneider hizo un llamado tajante a acudir a las urnas en el balotaje presidencial, un proceso en donde ambos candidatos se propondrán reunir los votos de los perdedores en primera vuelta.

“No es poco lo que está en juego. Son tus derechos, los míos, la libertad de planificar nuestras vidas sin que instituciones ultraconservadores nos digan cómo tenemos que vivir”, cerró.