Los sobrevivientes del Caso Maristas le enviaron una carta al monseñor Charles Scicluna en la que cuestionaron el cómo se ha llevado adelante el proceso de investigación en el contexto de sus denuncias.

En la misiva, los firmantes recordaron la reunión que sostuvieron con Scicluna el pasado 1 de marzo de 2018, instancia en la que el monseñor se comprometió a “acelerar los procesos canónicos”.

Sin embargo, añadieron que “han pasado dos años, 24 meses de dolor, para confirmar que todo ha sido dilatar la investigación para cansarnos, debilitar a los denunciantes mientras los delincuentes que abusaron de nosotros cuando éramos niños siguen al amparo de la Iglesia, bien cuidados y mantenidos por las familias que pagan por la educación de sus hijos en los Colegios Maristas de Chile”.

Además, indicaron que “pareciera ser que la única intención siempre fue limpiar la imagen de la Iglesia, obtener información de la magnitud de los crímenes en Chile y ganar tiempo con promesas y actos de arrepentimiento vacíos, nunca escuchar, acoger, acompañar y reparar a las víctimas”.

“Mientras tanto, hay denunciantes que han muerto esperando la justicia y la reparación que nunca llegó”, agregaron en la carta.

Dentro de los firmantes de la misiva se encuentran, por ejemplo, Jaime Concha, Isaac Givovich, Edgardo Soto, Gonzalo Dezerega, entre otros. En el documento también recordaron que en enero de 2019 se les informó que el Papa iba a intervenir la Congregación Hermanos Maristas y que sería la Congregación para la Doctrina de la Fe la “encargada de hacer justicia ante la lentitud de los procesos en Chile”.

Sin embargo, acusaron que “nuevamente comprometió su palabra para justicia y reparación, lo que hasta hoy sólo es un silencio cómplice”. “Nos preguntamos si acaso existe una real voluntad de cumplir con el compromiso asumido por parte suya y de Bertomeu, de respetar y honrar su palabra, porque no hemos recibido ni siquiera un gesto en pro de alcanzar algún día algo de justicia”, indicaron.

“Hoy antes que dolor sentimos decepción, la confianza rota en nuestra infancia se vuelve sobre toda la Iglesia Católica cuando es claro que la Institución pretende dar vuelta la página de la historia y aplastar a quienes quedan del otro lado sin miramiento alguno”, añadieron.

Revisa la carta completa a continuación: