La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia que condenó a la Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB) a pagar una millonaria indemnización a una alumna que cayó a una fosa séptica que se encontraba mal cubierta en la sede Casona de Las Condes.

La situación ocurrió en abril de 2011 cuando una alumna -que cursaba su último semestre de de un magíster- se dirigía al estacionamiento para buscar su vehículo después de clases. Sin embargo, en el camino cayó de forma vertical al interior de una fosa séptica.

Tras esta caída, quedó con casi todo su cuerpo en el interior de la fosa, a excepción de su cabeza. Luego de varios minutos -y sin ayuda de terceros- logró salir de la cámara con mucho dolor que no le permitió ponerse de pie.

Al cabo de media hora llegó la enfermera de la universidad quien le prestó la primera atención. En aquel momento, la mujer se encontraba con intensos dolores por la caída y con residuos fecales en los muslos, piernas y brazos.

Tras los exámenes médicos realizados, se le detectó un esguince de rodilla y varias contusiones en sus piernas y brazos. Sin embargo, según la denunciante, pese a los tratamientos y medicamentos que debió tomar, los dolores continúan a lo largo de los años.

De acuerdo a la afectada, la fosa habría estado cubierta con una tapa cuyo marco no era el correcto y se encontraba en mal estado, sin estar señalizada esta situación.

En un fallo unánime, la Octava Sala del tribunal de alzada, ratificó la sentencia impugnada y ordenó a la UNAB a pagarle a la víctima las sumas de $13.721.377 por daño emergente y $5 millones por daño mortal.

“En relación al cuestionamiento sobre la responsabilidad contractual de la demandada en los hechos que afectaron a la actora esta corte comparte los argumentos del fallo (…) sobre todo considerando que de acuerdo a sus propios testigos el lugar donde se encontraba la fosa en la que cayó la demandante correspondía a un sector por donde transitaban los alumnos camino a un taller y a un lugar que era ocupado como estacionamiento”, indicó el fallo.

A esto se añadió que la condición en la que se encontraba la fosa séptica era de conocimiento de la casa de estudios, la cual “según sus deponentes, sin que se adoptaran medidas para impedir aquello y así evitar accidentes como el ocurrido”.