En Paine distintas organizaciones sociales se han organizado para denunciar el uso de plaguicidas tóxicos en la comuna y, de acuerdo a lo constatado por sumarios de la Seremi de Salud Metropolitana, la preocupación es fundada.

Junto con los llamados del Comité por la Defensa de Paine a prohibir el uso de Glifosato, herbicida que con su marca más conocida (Roundup) está vinculado al desarrollo de distintos cánceres a nivel mundial, vecinos han alertado las consecuencias que algunos plaguicidas han tenido por ejemplo, en una escuela rural de la comuna.

Se trata de la escuela Senderos de Culitrín, hasta donde la autoridad sanitaria llegó en una visita inspectiva el 13 de septiembre del año pasado por sospecha de intoxicación por uso de plaguicidas.

Al lado del recinto, se encuentra la Agrícola Rayenco de Cristóbal Maira Kast, miembro de Agricultores del Maipo AG. Al llegar al lugar, la Seremi constató 21 infracciones, entre ellas:

-“No se informa a la población mediante volantes u otro medios sobre la aplicación de plaguicidas agrícolas o forestales.

-No se han realizado evaluaciones cualitativas de acuerdo a la tabla de categorización del riesgo del agente Plaguicidas.

-La empresa no gestiona el riesgo de exposición a plaguicidas.

-La empresa no mantiene demarcada una franja de seguridad de al menos 50 metros de los plaguicidas”.

“Se evidencia en los registros que se realizó una aplicación de mezcla de productos los cuales fueron Elmus, Stimplex, Zero, en huertos de almendros (…) Dicha mezcla provocó molestias a la salud de las personas que realizan labores educacionales, los cuales presentaron molestias a la salud, como cefaleas, nauseas y dolor abdominal. Dado a la aplicación del producto Zero, este es un producto para control de insectos de toxicidad II, según la OMS (moderadamente peligroso), que causó la intoxicación leve de las trabajadoras del establecimiento educacional”.

Este es el resumen de los hechos constatados en la visita, que derivó en un sumario contra la agrícola que le significó una multa de 50 UTM, cerca de $2 millones 430 mil, tras concluir que:

“Las aplicaciones fueron realizadas sin otorgar aviso previo a los vecinos de forma escrita y tampoco verbal, razón por la cual existió incumplimiento a la normativa vigente por parte del infractor, cuya información se debe otorgar a los vecinos 24 horas antes de la aplicación, la cual no se realizó (…) siendo responsables de lo acontecido a los trabajadores educadores del establecimiento educacional todos adultos, confirmándose el evento colectivo de origen laboral por intoxicación leve por plaguicidas por vía respiratoria y dérmica”.

Segundo episodio

Pero este evento no fue único, dos semanas después, autoridades debieron volver al fundo debido a otra sospecha por intoxicación de educadoras.

En esta visita, del 27 de septiembre, se constataron 5 infracciones por la aplicación de plaguicidas el 24 y 25 de ese mes.

En esta oportunidad, se volvió a abrir un sumario que concluyó que “vuelve acontecer un evento colectivo, en donde los afectados desconocen al producto que estaban expuestos“. Esta vez, Propizol 25 Ec fungicida de grado IV (normalmente no ofrece peligro según la OMS).

Esto, porque el aviso a los vecinos se dio el 25, siendo que la aplicación del plaguicida comenzó un día antes. Además, “no se efectúa en horarios en que no existan otras labores de forma paralela en el área a tratar”.

“Nuevamente acontece un evento colectivo (4 trabajadoras afectadas asisten al servicio de urgencia) confirmándose intoxicación leve por plaguicidas por exposición vía respiratoria y dérmica”, concluye.

Finalmente, la Seremi de Salud concluyó que si bien la empresa agrícola “demuestra mejoras de la primera acta inspectiva, en el segundo evento colectivo se evidencia que el cumplimiento a la normativa vigente no se cumplió, por lo cual no los exime de las responsabilidades ante los hechos”, multando a la Agrícola Rayenco a una multa de 90 UTM, cerca de $4 millones 350 mil.