El 11° Juzgado de Civil de Santiago condenó a una clínica capitalina y un médico a pagar una millonaria indemnización por tener un actuar negligente en la atención de un parto.

En un fallo unánime, se estableció que el médico y la empresa Servicios Médicos Tabancura SpA deberán pagar una indemnización de $250 millones, luego que dieran de alta médica a una paciente que fue sometida a cesaría, quien posteriormente presentó complicaciones debido a que no le extrajeron completamente la placenta.

De acuerdo al fallo, la mujer se atendió el 23 de agosto de 2014 en la Clínica Tabancura donde le realizaron la cesaría en la que sangró mucho. Pese a sentirse mal, la noche siguiente fue dada de alta.

Tras varios intentos de ver a su médico, en un control realizado el 28 de agosto le respondieron que se podría estar sintiendo mal producto de la lactancia. No obstante, los primeros días de septiembre fue atendida en la Clínica Reñaca -ya que en esa localidad trabajaba su pareja- donde le informaron sobre la presencia de “restos residuales y placentarios con necrosis e inflamación supurada inespecífica”.

El fallo estableció que “si bien es cierto que al demandado no se le puede exigir, de manera absoluta, que extraiga el total de los restos placentarios, pues a lo que se encuentra obligado es a desarrollar lo que el arte médico le indica, ello no significa que sea aceptable, también desde la perspectiva médica, que se desentienda absolutamente de signos inequívocos de la existencia de una complicación como la que se detectó el 1 de septiembre, es decir, sólo 6 días después”

“De lo dicho precedentemente –continúa– se desprende que F.B.L, pese a evidenciar signos claros que daban cuenta de una complicación post parto, no recibió de parte de su médico el tratamiento que la lex artis y los protocolos disponen, constituyendo una infracción a las obligaciones que le imponía el contrato, incumplimiento que se tradujo en que no recibió el tratamiento adecuado sino hasta que fue internada el 1 de septiembre de 2014”, se añadió.