La marcha convocada para este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, fue autorizada por la Intendencia de la región Metropolitana.

Según indicaron, la manifestación está convocada a las 18:00 horas en Plaza Baquedano, por Alameda, y finalizará a las 21:00 horas en calle Echaurren, con un evento cultural.

Las principales demandas del movimiento son terminar con la educación sexista, fomentar la equidad de género, abogar por el derecho al aborto libre y los derechos sexuales reproductivos, además de una educación sexual integral.

La marcha estará dividida por bloques autoconvocados y será encabezada por un bloque inicial sólo de mujeres.

Además, existirán bloques antiracistas, lesbofeministas, sindicalistas, separatistas y mixtos, entre otros.

La vocera de la Coordinadora 8M, Emilia Schneider, aclaró que la marcha no es separatista y que quienes deseen participar pueden hacerlo desde el bloque mixto, donde participarán hombres y mujeres.

61 ciudades se han sumado hasta el momento a la huelga feminista de este viernes, donde la mayoría tendrá sus movilizaciones a las 18:00 horas en los principales puntos del país.

En ciudades como San Antonio, Arica y Huasco, la marcha tendrá cita durante la mañana.

Diversas organizaciones se sumaron el jueves a esta convocatoria, como Fundación Iguales, Movilh y el Colegio de Profesores, gremio que llamó al profesorado a paralizar actividades y a realizar jornadas reflexivas con las estudiantes.

Así lo detalló la directora nacional del Colegio de Profesores, Magdalena Reyes.

La directora de Fundación Iguales, Isabel Amor, confirmó la participación en la movilización, y aclaró que que participarán del bloque mixto en la huelga feminista.

El jueves se organizaron cacerolazos en diferentes puntos de la capital, además de una once feminista que se llevó a cabo frente al Café Literario en el Parque Bustamante.

A nivel internacional, países como España, Reino Unido, Alemania, Argentina y Turquía participarán del movimiento feminista, donde este último apunta a que el gobierno desea instaurar de forma forzosa a la mujer en un rol de madre y sometimiento ante el género masculino.