El Arzobispado de Santiago anunció la creación de una nueva estructura para recibir denuncias de abusos y acompañar a víctimas.

La nueva delegación, explicaron, “tendrá a su cargo las labores que llevan a cabo la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE), y el Departamento de Promoción de Ambientes Sanos”.

Con esto, agregaron, se busca “enfrentar el daño producido por los abusos causados por miembros de la Iglesia en la Arquidiócesis, responder a las necesidades actuales y construir caminos para restablecer la confianza”.

La nueva estructura estará a cargo de “coordinar las denuncias, acompañar a las víctimas, realizar las investigaciones pertinentes y colaborar con las instituciones civiles en materias competentes”.

Como nueva Delegada Episcopal para la Verdad y la Paz asumió hoy la abogada de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Andrea Idalsoaga Montoya, quien reportará directamente al Arzobispo de Santiago. Se trata de la primera mujer y laica que encabeza las tareas vinculadas a las denuncias de abusos y a la formación en prevención de los mismos en la Arquidiócesis.

“Es algo muy grande para la Iglesia (…) especialmente para aquellos que han sufrido directamente el tema del abuso”, señaló.

Para llevar a cabo sus tareas, explicaron del arzobispado, “la nueva Delegación contará con la colaboración y apoyo de una comisión permanente de trabajo, la cual estará compuesta por el Vicario General, el Vicario Judicial, el Vicario para el Clero, la Canciller, el Delegado Diocesano de la Oficina Pastoral de Denuncias y el Director del Departamento de Promoción de Ambientes Sanos”.

El decreto que crea esta nueva delegación fue firmado este miércoles por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien está siendo investigado por el Ministerio Público por encubrimiento.