En el kilómetro 22 de la Autopista del Sol, en la berma sur, se puede observar un “cerro” de peluches de tal magnitud que logra llamar la atención de quien pase por ahí.

Si bien hoy el lugar se aprecia desde lejos por el tamaño que ha alcanzado, inició como una simple animita, según consignó LUN.

Esta animita corresponde a Astrid Soto, “la niña hermosa”, joven de 18 años que en octubre de 1998 sufrió un accidente luego de ir a recuperar su motocicleta que había desaparecido tras prestársela a un grupo de amigos.

Según relató su madre, Astrid en ese tiempo estaba aprendiendo a manejar su moto, la que fue encontrada en El Monte por Carabineros. El día que fue a recuperarla estuvo acompañada por su padre, quien la escoltaría en auto hasta Santiago.

Al llegar a Padre Hurtado se detuvieron en la berma porque su padre se había enojado luego que ella se desabrochara su chaqueta, además llevaba suelto el casco, por lo se detuvieron un momento.

Sin embargo, tras reanudar la marcha ocurrió el accidente. Astrid arrancó mal por lo que un camión que se desplazaba por el lugar tuvo que esquivarla. Pese a lograrlo, del acoplado se desprendió una caja que impactó a la joven, que murió en el lugar.

Su madre visitaba la tumba cerca de tres veces a la semana, hasta que uno de sus hermanos instaló la animita, por lo que reemplazó el cementerio por el lugar del accidente para recordar a su hija.

“Sentía que estaba más cerca de mi hija, que no estaba bajo tierra y era más íntimo”, relató.

Así, al visitar el lugar le llevaba muñecas y peluches. Pero según explicó, “otra gente empezó a darle regalos. La cosa fue creciendo y creciendo, porque cada vez hay más gente que le pide cosas… y me parece fantástico”.

“Muchas gracias por favor concedido”

Junto a los peluches aparecieron más placas, además de la instalada originalmente por la familia, pero también mensajes agradeciendo “por favor concedido”.

También hay cascos de motocicleta y otras ofrendas en el lugar, hasta donde ahora la madre de Astrid dice tener que ir con lentes para que la gente no la reconozca.

La mujer dice no creer en los milagros, pero cada vez suma más historias de gente que agradece a su hija por distintos favores, desde una mujer que no podía quedar embarazada y tuvo una niña, hasta el hijo de un hombre que pudo caminar tras “encomendarse” a Astrid previo a una operación.

“Yo no creo mucho en esas cosas, pero son tantas las historias que me llegan, tantos los agradecimientos que no sé. Es impresionante la vida”, reflexionó.

Astrid "La Niña Hermosa " #animita

Una publicación compartida por Sarita Colonia (@saritareloaded) el