Gremio de gendarmes llama a no ceder ante huelga de hambre líquida de Llaitul en apoyo a su hijo

Es la tercera huelga este año que realizan comuneros mapuche con la misma demanda: el cambio de cárcel para imputados por hechos relacionados con la violencia rural.

En junio fue la primera y en septiembre la segunda, tras las cuales Gendarmería autorizó el traslado de comuneros desde Concepción y Lebu al Centro de Estudio y Trabajo de Cañete.

Ahora el líder de la CAM, Héctor Llaitul, comenzó una huelga de hambre líquida junto a su hijo Ernesto, Ricardo Delgado y Esteban Henríquez, en apoyo a la que comenzaron en Valdivia su otro hijo, Pelantaro Llaitul, y los otros tres imputados que demandan cumplir la prisión preventiva en Temuco y no Valdivia, donde están actualmente.

En Concepción, el dirigente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios, Marcelo Alarcón, llamó a no ceder con esta nueva medida de presión, recordando el último dictamen de Contraloría contra traslados que pasen por encima de los reglamentos de Gendarmería sobre el cumplimiento de las cautelares y condenas.

Justamente pensando en las anteriores huelgas, el diputado Eric Aedo señaló que estas medidas de presión no pueden ser atendidas, pues —dijo— estas personas están privadas de libertad en relación con delitos relacionados con el robo de madera y el narcotráfico.

Consultada sobre esta situación, la delegada presidencial, Daniela Dresdner, dijo que están monitoreando la huelga, pero asegurando que la resolución es responsabilidad del Poder Judicial.

La misma respuesta entregó la representante del gobierno en el Bío Bío durante las anteriores huelgas, poco antes de que el Poder Ejecutivo cediera y autorizara el cambio de penal para tres comuneros, incluido Víctor Llanquileo, quien cumple en el CET de Cañete los 21 años de cárcel por un asalto con rehenes el 2018 en La Araucanía.