Apuntando contra "la izquieda", el diputado Cristóbal Urruticoechea negó que su familia haya usado su tarjeta de combustible tras el reportaje de Ciper. El parlamentario aseguró que es "imposible" que dicha acción haya ocurrido.

El diputado del distrito 21 Cristóbal Urruticoechea (Partido Republicano) descartó haber hecho mal uso de la tarjeta que otorga la Cámara Baja para cargar combustible.

Esto luego que un reportaje de Ciper Chile revelara que familiares del parlamentario realizaron cargas de combustible con fondos públicos. Según se detalla, la esposa de Urruticoechea hizo 38 cargas, mientras que su hijo habría replicado la acción en dos oportunidades en estaciones de servicio en Concón y Santiago entre 2018 y 2022.

Pero no sería lo único, en 2020, un candidato a concejal habría utilizado la tarjeta para recargar a combustible a nombre del diputado. Según el reglamento de la Cámara de Diputadas y Diputados, solo los congresistas y sus asesores pueden utilizarlas para ejercer su labor parlamentaria. No pueden valerse de ella familiares, amigos y menos socios políticos.

Al respecto, Radio Bío Bío en Los Ángeles solicitó un pronunciamiento de Urruticoechea, quién descartó cualquier irregularidad en esta investigación y consideró incorrecto que utilicen a su familia para atacarlo por sus posiciones y convicciones políticas.

“Jamás he usado esas tarjetas para comprar combustible para mi auto familiar o el de mi hijo, además que es completamente imposible hacerlo. Estoy consciente que mis posiciones y convicciones generan molestia y rabia en la izquierda y que están dispuestos a mentir para atacarme, lo que no es correcto es que usen a mi familia para ese propósito“, indicó.

A través de su cuenta de Twitter, el diputado afirmó que las acusaciones provienen de “la prensa de izquierda”.

Diputado Barrera afirma que sufrió el robo de su tarjeta

Otro de los aludidos en el reportaje es el diputado Boris Barrera (PC), quien a través de un comunicado explicó que su caso es diferente al resto de los parlamentarios, ya que “sufrí el hurto de la tarjeta que dispone la Cámara de Diputadas y Diputados en 2020, lo que informé a la corporación al momento de darnos cuenta del cobro producto de las cargas irregulares de combustible”.

Agregó que dichos cobros fueron revertidos por la empresa distribuidora donde se realizaron las cargas irregulares por la “responsabilidad que les cabe producto de la falla en la seguridad de su sistema. Esto sólo demuestra la fragilidad del sistema, pero en ningún caso una falta a la probidad de mi ejercicio como diputado”.

“En mi caso, no existió mal uso de los recursos públicos, ni se benefició ninguno de mis familiares, ni yo mismo de un uso abusivo o indebido. Tal como señala el reportaje, la tarjeta se encontraba en poder de una de mis asesoras, debidamente acreditada en la Cámara, quien sufrió el hurto de la tarjeta en enero del año 2020″, siguió y acusó a algunos medios de replicar de manera sesgada la información.