Los casinos populares se siguen expandiendo en Concepción. Así lo denunció la Cámara de Comercio local tras la apertura de ocho recintos de este tipo. Desde el municipio aseguraron estar al tanto de la situación y que están a la espera de una resolución de la justicia para concretar las clausuras.

A pesar de que la Municipalidad de Concepción no entrega patentes para el funcionamiento de los llamados casinos populares, un total de ocho han abierto en los últimos dos meses, según la Cámara de Comercio penquista.

El alcalde Álvaro Ortiz admitió esa realidad, señalando que están a la espera de las resoluciones judiciales que corresponde para proceder a la clausura.

Se mantiene y se ha agravado en Concepción -en la región del Bío Bío– la situación con los locales de juegos electrónicos como los califican sus dueños.

Si bien ya hace unos años comenzó una batalla en contra de los llamados casinos populares, el rubro se sigue expandiendo, por ejemplo, con el último abierto en calle Caupolicán casi esquina San Martín.

Municipio espera resolución para clausurar

Al respecto, el alcalde Álvaro Ortiz informó que ese local funciona sin patente municipal, lo que fue denunciado al Juzgado de Policía Local, por ello están a la espera de la resolución judicial que permita su clausura.

Para la Cámara de Comercio penquista, el problema es preocupante, considerando el alza en los arriendos que significa para el gremio la apertura de estos locales, ocho en el último tiempo, aseveró su presidenta, Sara Cepeda.

Casinos populares sin patente en Concepción
Fabian Polanco | RBB Concepción

La situación ha sido planteada a la Municipalidad de Concepción, dijo la dirigenta, pidiendo una fiscalización más exhaustiva al funcionamiento ilegal de la actividad.

En ese sentido, el jefe comunal se refirió a la dificultad que han tenido los municipios para combatir a los empresarios del rubro, que han tenido de su parte a Contraloría, apoyados además por poderosos equipos jurídicos.

Radio Bío Bío intentó obtener una versión del casino popular de Caupolicán, pero la mujer a cargo del local, una ciudadana china, dijo no hablar español, mientras que la dependienta aseguró que el dueño no se encontraba.