El cesfam de Tirúa cuenta con la vigilancia policial permanente que el personal de salud había demandado, tras los hechos de violencia la semana pasada.

El Servicio de Salud Arauco indicó, no obstante, que el retiro de los médicos generales es aún un tema en discusión.

A casi una semana de los disturbios en el sector de Quidico, y que se extendieron hasta el centro asistencial municipal de Tirúa, finalmente se accedió al resguardo de Carabineros solicitado por el alcalde y el personal del cesfam.

La vigilancia será de 24 horas y estará a cargo de un contingente especial, según informó el subdirector médico del Servicio de Salud Arauco, Rodrigo Díaz, quien sostuvo que serán los funcionarios del recinto quienes determinen si la medida satisface la demanda de seguridad requerida.

Los cuatro médicos generales y el resto del personal del cesfam Isabel Riquelme habían también demandado la instalación de una mesa para analizar la seguridad del establecimiento de salud primaria, y de ahí que la Fenpruss no crea que todo esté solucionado, expresó su dirigente, Hernán Cabrera.

Al respecto, desde la Intendencia, Patricio Kuhn adelantó el sábado que esa mesa comenzaría a sesionar este martes, en paralelo a la decisión que deben tomar los médicos generales de seguir o no prestando sus servicios.

Y es que a pesar de la vigilancia policial decretada por Carabineros, aún la salida de los actuales facultativos está en evaluación, subrayó el subdirector del Servicio de Salud.

Sobre este mismo tema, esta tarde se espera una reunión en la Intendencia con la Confusam, que representa al personal de salud municipal, y quienes están en paro a la espera de que el Gobierno entregue garantías concretas sobre la seguridad física de los funcionarios del cesfam.