La Corporación Aldea Rural, organización sin fines de lucro nacida en la región del Bío Bío hace una década, se dedica a encabezar múltiples actividades culturales y recuperación de patrimonio. Ahora, están buscando financiamiento para continuar con sus proyectos, vía Ley de Donaciones Culturales, luego de un año que, afirman, fue muy desafiante para el sector.

Este 2021, esperan poder ayudar al parque Pedro del Río Zañartu, un recinto tradicional de la zona, que es muy grade y va más allá del museo; por lo mismo, requiere de mucha ayuda para permanecer en buen estado.

Hansel Silva Vásquez, director de la Corporación Aldea Rural, expresa que “nosotros presentamos al comité de administración del parque Pedro del Río Zañartu, en Hualpén, un proyecto que se llama Lázaro, que necesita financiamiento vía Ley de Donaciones Culturales, de parte de privados, para poder efectuarse”.

Según relata, el recinto se ha visto afectado por la falta de visitantes. “El parque son 250 hectáreas y esperamos poder hacer la mantención, de tal manera que pueda seguir abierto, a pesar de las restricciones de la pandemia”, indica.

Junto con eso, también necesitan mantenerse como organización, ya que “2020 fue difícil producto de la pandemia y el tema social que hubo el año anterior. Tenemos que seguir manteniendo nuestros centros culturales, donde le damos trabajo a gente y apoyamos a los artistas”.

“La pandemia, además, nos puso de frente con el desafío de hacer cultura a través de las redes sociales, para lo cual no estábamos capacitados. No teníamos los soportes ni la forma. Hemos estado trabajando en eso”, cuenta.

Aportes de privados por Ley de Donaciones Culturales

Para poder continuar con sus labores, la Corporación Aldea Rural ha hecho un llamado a empresas privadas a que aporten por medio de la Ley de Donaciones Culturales.

Y es que, de acuerdo a Hansel Silva, esa siempre ha sido su principal forma de financiamiento, destacando la importancia de dicha legislación en la realización de actividades culturales en el país.

Al respecto, explica que “la Ley de Donaciones Culturales es muy antigua y es un incentivo tributario para que las empresas privadas aporten a las corporaciones culturales. Ha tenido, por años, bastantes evoluciones positivas, porque antes solamente eran aportes en dinero y ahora se pueden dar especies, materiales de construcción y todo lo que es cuantificable, para poder lograr el funcionamiento de las ONGs, como lo es la Corporación Aldea Rural”.

“Para nuestra corporación es súper importante porque tenemos 10 años trabajando en reconstrucción patrimonial y nos financiamos en un 90% con el aporte que hacen las empresas privadas, mediante esta ley”, recalca.

Asimismo, apunta que “a la larga, hay que entender que el Estado es el que incentiva esto, porque lo que dona la empresa privada, al final del día lo recupera en impuestos”.

La corporación tiene actualmente un Museo en Rere y también el espacio recuperado del ex cine Windsor, en Caupolicán con San Martín, todo lo cual se mantiene con los beneficios por esta ley.

“El aporte de la empresa privada es fundamental para que el mundo de la cultura salga adelante en medio de esta crisis”, concluye.