Con un llamado al diálogo con el pueblo Mapuche y a votar en el plebiscito del próximo 25 de octubre, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, encabezó el Te Deum católico bajo estrictas medidas sanitarias.

Además, se trató de una ceremonia en la que no hubo pronunciamiento respecto a la violencia ocurrida tras el 18 de octubre, en el marco del estallido social y que dentro de en un mes cumplirá su primer aniversario.

La intervención del arzobispo comenzó con una breve historia respecto al proceso de independencia vivido por nuestro país en el siglo XIX, pasando por su preocupación de las consecuencias que la pandemia ha dejado en materia sanitaria y económica.

Lo anterior considerando consideran que ya se bordean los casi 16 mil muertos a causa del coronavirus.

El arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, dijo que este no es el momento de criticar “cuanto se hace y se dice” y llamó a “dejar de lado los egoísmos y los proyectos personales, por muy legítimos que sean, para sumarse al gran proyecto de cuidar la vida, evitar más enfermos y más muerte”. Esto último a propósito del avance de la covid-19.

Al mismo tiempo, el líder religioso hizo referencia al incremento de la violencia doméstica y rural que ha experimentado el país, añadiendo que los más perjudicados son las mujeres y niños.

Sin embargo, no hubo un pronunciamiento directo respecto a lo ocurrido tras el 18 de octubre y las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos, que denunciaron diversas organizaciones internacionales.

El líder de la Iglesia Católica en Concepción pidió que durante estas Fiestas Patrias haya una apertura al “diálogo sereno”, a un “espíritu de colaboración y de amistad sincera con el pueblo Mapuche”.

En ese sentido, llamó a reconocer la deuda que se tiene con ellos y que se manifiesten en el marco de la discusión constitucional.

Estos se trató de un llamado que fue valorado por la seremi de Gobierno en la zona, Francesca Parodi.

Respecto al plebiscito del domingo 25 de octubre, Chomalí instó a los fieles a participar de este proceso electoral.

Lo anterior corresponde a una libertad de acción lejana a la de algunas congregaciones evangélicas, que por medio de comunicados han manifestado su postura a una de estas dos opciones, desde comienzos de 2020.