La región del Bío Bío ya cuenta con un Sistema de Información Geográfica que permite conocer y gestionar los riesgos que algunos focos de incendio forestal representan para el sector energético.

El Sistema Eléctrico Nacional es de naturaleza larga y angosta, tal como nuestro territorio, y se expone a múltiples amenazas que pueden afectar su operación, una de estas son los incendios forestales.

Por ello, el Ministerio de Energía desarrolló una plataforma que contiene información georreferenciada de las instalaciones energéticas, sus niveles críticos y exposición a distintas amenazas.

La información se entrega en un mapa donde también se visualizan los focos de incendio en combate.

Mapa | Cedida (RBB)
Mapa | Cedida (RBB)

Mauricio Henríquez, seremi de Energía, lo destacó como una herramienta potente para la toma de decisiones en resguardo de las instalaciones eléctricas.

El sistema, que se alimenta de los reportes de análisis técnicos de riesgos que emite diariamente la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y se complementa con las plataformas tecnológicas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el Ministerio de Energía, permitirá un mejor trabajo en terreno durante el control de focos de incendio.

Así lo señaló el director regional de Conaf, Juan Carlos Hinojosa.

Tras el desastre ocurrido en el verano de 2017, se han mejorado las estrategias de prevención, también la capacidad de respuesta y mitigación de los impactos, lo que se tradujo el año pasado en una reducción sustantiva del número de hectáreas afectadas.

La última temporada se combatieron 2.006 incendios en la región, que comprometieron 5.890 hectáreas.

La lluvia de este martes resultó de gran ayuda para extinguir el foco de Tirúa, el único que todavía estaba en combate en la zona.

En efecto, pese que este lunes se presentaron otros cuatro incendios, el panorama es bastante mejor que la semana pasada, pues se puso a prueba la preparación y se pudo actuar rápidamente, así lo afirmó Hinojosa.

Desde el inicio de 2019 a la fecha se han combatido 456 incendios, un 14% más que el verano pasado, con una superficie afectada de 436 hectáreas, lo que es un 31% inferior que el periodo anterior.