Durante su primera misa tras participar de la reunión con el papa Francisco en Roma, el obispo de Los Ángeles reconoció estar afectado por las denuncias de abusos sexuales al interior de la iglesia.

Felipe Bacarreza dijo que al igual que los demás obispos, puso su cargo a disposición para que el Papa decida si continúa o no en su cargo.

Él es el responsable de la iglesia católica y debe tener la libertad necesaria para tomar una determinación, ya que reconoció, se trata de hechos delicados.

Bacarreza añadió que los obispos hicieron todo lo que estaba a su alcance para subsanar lo acontecido, aunque reconoció que pudieron hacer más, sobretodo socorriendo a las personas que requieren ayuda.

Respecto a dejar sus cargos a disposición, Bacarreza aclaró que se trata de una renuncia, con la salvedad que se la pueden aceptar en cualquier momento.

Mientras eso no ocurra, continuará en su cargo hasta los 75 años, cuando un sacerdote debe renunciar por obligación.