Desierto se declaró el concurso de elección del nuevo rector del liceo Enrique Molina Garmendia, por lo que asumió un profesor interino en estas labores hasta que lleve a cabo un nuevo proceso.

Fueron seis los establecimientos que llamaron a concurso, siendo sólo el Enrique Molina Garmendia quedó en suspenso respecto a su nuevo rector.

Postularon alrededor de 70 personas, quedaron 7 para las entrevistas de la Comisión y de ahí una terna, sólo con docentes santiaguinos.

Entre ellos se escogió al primero, que contaba con los requisitos formales para un liceo como el Enrique Molina, pero éste al ser notificado desistió, ya sea porque había ganado otro concurso o derechamente el sueldo de alrededor de dos millones de pesos no le satisfizo, ya que -con un grado de responsabilidad mayor- se trata de una cifra igual o superior al de un profesor en nivel experto.

El problema es que los otros dos de la terna no reunían las características, incluso, sentenció el Director del Daem de Concepción, Carlos Mellado, el actual rector postuló pero no alcanzó ni siquiera a estar en la terna final.

Con todos estos inconvenientes, se sugirió al alcalde Álvaro Ortiz que declare desierto el proceso, lo que fue ratificado por el Servicio Civil.

Con el tradicional recinto educacional acéfalo, se generó un problema que se resolvió el jueves 1 de marzo, cuando tras una reunión entre autoridades y el cuerpo de profesores, éstos últimos escogieron a uno entre sus pares para tomar el cargo a lo menos hasta julio, cuando debiera resolverse el nuevo concurso.

Se trata de Iván Becerra, profesor de Física del recinto, que trabajará con docentes del mismo establecimiento como equipo técnico.

El próximo lunes 19 se realizará el llamado al nuevo proceso, exclusivamente para el Liceo de Hombres EMG, postulaciones que se recibirán hasta el 28 de este mes, apelando -dice el Director del DAEM penquista- a atributos como la experiencia e innovación, sumado las capacidades de liderazgo y comunicación.

El Liceo Enrique Molina Garmendia, otrora faro académico de todo el sur del país, lucha año a año contra la fuga de estudiantes, alcanzando en la actualidad alrededor de 400 alumnos, muy lejos de lo ocurrido en años anteriores, elementos que se configuran como preocupación basal de quien asuma como nueva autoridad liceana.