La noche del miércoles murió el primer trasplantado de corazón del sur del país, quien estaba internado en el Hospital Regional de Concepción, producto de complicaciones ajenas a la cirugía.

Deceso que fue informado a través de la página web de la Iglesia Metodista de Mulchén, donde Carlos Jara -de 62 años- era pastor y que se debió a complicaciones neurológicas que no se pueden vincular a la intervención.

Estas dificultades comenzaron a manifestarse a una semana del procedimiento, ya que antes de la compleja intervención, Jara fue evaluado y no presentaba esta condición, por lo que se trató de un hecho que los médicos tratantes no esperaban.

El jefe del Equipo de Cirugía Cardiovascular del Hospital Regional de Concepción, Enrique Seguel, fue enfático en que no se puede establecer una relación de causalidad entre el trasplante y la muerte del paciente.

El primer trasplantado de corazón en el sur de Chile adquiere un sentido simbólico, y por eso su fallecimiento, en lugar de desincentivar la donación, debe -a juicio del médico- hacernos entender la importancia de contar con más personas dispuestas a entregar esta oportunidad a otro ser humano.

Pese a lo ocurrido, en el mismo recinto asistencial se recupera satisfactoriamente la segunda paciente trasplantada de corazón, quien se encuentra sin ventilación mecánica. Además, ya conversa, come por sus medios, se levanta y hace ejercicio.

Hoy se evalúa que no se generen complicaciones más tardías y se debe proceder a quitar progresivamente el apoyo invasivo que está recibiendo.

También, se tomará una biopsia al órgano para determinar que no esté generando rechazo y a partir de eso ajustar su tratamiento, por lo que en el mejor de los casos, en dos semanas más podría ser dada de alta.