Una mujer Chilena- Siria que es refugiada de guerra denunció indolencia por parte de la policía en la investigación llevada a cabo tras sufrir -en los últimos meses- dos robos millonarios de especies.
Se trata de Maritza Chávez Yahá, quién partió a Siria cuando tenía 15 años, residiendo 15 años en la capital Damasco. En el transcurso de ese tiempo se casó y tuvo dos hijas, aunque debió escapar debido al cruento conflicto que aún no termina.
Tal motivo la hizo llegar hace cuatro años a Chile, instalándose el año pasado en Concepción con un local ubicado en Barros Arana con Angol, donde cumple su rol de cosmetóloga postoperatoria.
No obstante, su estadía en la ciudad no ha sido fácil debido a que ha sido protagonista de múltiples robos, como el que sufrió en abril cuando desconocidos sustrajeron 22 millones de pesos en equipos, lo que denunció a la Policía de Investigaciones (PDI) aunque sin resultados.
A lo anterior se suma un segundo robo, esta vez en diciembre, cuando nuevamente sufrió la sustracción de implementos -esta vez por 30 millones de pesos– delito que investigó Carabineros, sin éxito tampoco.
Debido a esto, se cambió de oficina en el centro y hace pocos días reconoció en el paseo peatonal a personas que ella cree -muy convencida- que corresponden a dos de los sujetos.
Lo anterior debido a que durante el segundo ilícito había instalado cámaras de seguiridad que captaron a los maleantes. Esperanzada contactó a Carabineros, pero la respuesta la decepcionó.
Teme ser víctima nuevamente de un robo lo que sencillamente no resistiría, aseguró, ya que para retomar su actividad debió endeudarse en un banco y así comprar nuevo equipamiento.
La mujer además denunció que, a pesar que las instituciones realizaron su trabajo, el proceso se diluyó debido a los innumerables trámites. “Me dieron un número e iba y venía, el mismo proceso, el mismo protocolo y burocracia”, señaló.
La refugiada llegó a Chile -y a Concepción en particular- escapando de una guerra, esperando encontrar una luz de esperanza que a causa de estos hechos poco a poco se apaga.