Para muchas personas Quillón es sinónimo de verano, vacaciones, cabañas, lagunas y descanso. Sin embargo, para algunos de los dueños de parcelas o terrenos el panorama cambió, debido a los robos que se han registrado cuando no están ocupando los inmuebles.

Uno de los afectados es Guillermo Valdés, procedente de Talcahuano, quien desde hace 20 años tiene un sitio con casa en Manque Sur, en el camino que va desde Quillón a Cabrero.

Valdés relató que la semana pasada le robaron una máquina para cortar el pasto, lo que se suma a una seguidilla de ilícitos que lo perjudican cada pocos meses.

Asegura que los sectores apartados del centro urbano de Quillón se han convertido en tierra de nadie, donde acusa que las rondas policiales no existen y mucho menos se advierte a personal municipal de seguridad.

El caso no es aislado, ya que Evelyn Márquez, quien posee un negocio de abarrotes a cerca de 500 metros de la casa de Valdés, afirmó que la situación es mala y peligrosa.

Los casos se repiten en el camino de regreso al sector urbano de Quillón.

Los afectados incluso han colocado rejas en las ventanas, lo que podría considerarse una muestra inequívoca de lo que sucede, y han solicitado medidas a la municipalidad y a Carabineros.

Radio Bío Bío llegó hasta el municipio, pero no quisieron referirse al tema. Mientras que la policía uniformada quedó de entregar una respuesta.