El nombramiento del presbítero Gonzalo Bravo, como obispo de la Diócesis de San Felipe, que se concretó tras el nombramiento del Papa Francisco a fines de mayo, generó rechazo y molestia entre los denunciantes de abusos sexuales por parte de la Iglesia Católica de Valparaíso.

A través de un comunicado, señalaron que Bravo no reúne las condiciones para ejercer este ministerio y lo acusaron de obstruir la investigación contra Jaime Da Fonseca, presbítero de la Diócesis de Valparaíso que fue expulsado del clero en 2019 por abusos sexuales, al no exponer las denuncias al entonces obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte.

Sebastián del Río, exseminarista denunciante de la Diócesis de Valparaíso, señaló que el nombramiento es un maltrato hacia las víctimas de acoso y abuso sexual, y apuntaron al presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva, y al exobispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte.

En tanto, el exseminarista Marcelo Rodríguez, hizo alusión a las muestras de afecto que Gonzalo Bravo le expresaba al exobispo Gonzalo Duarte.

Con este rechazo, esperan que el Papa Francisco revise este nombramiento y no se haga efectivo. Finalmente, cerraron el comunicado indicando que no quieren que se vuelvan a repetir casos como el del exobispo Barros.

El comunicado está disponible a continuación: