Los dirigentes de las tres asociaciones de trabajadores del Servicio Nacional de Menores (Sename) en la región de Valparaíso presentaron un documento con una serie de denuncias al Juzgado de Familia de Viña del Mar, acusando vulneraciones a los derechos de los niños, niñas y adolescentes de las nuevas residencias familiares en la zona.

Ha pasado una semana desde que el presidente Sebastián Piñera cerró por fuera las puertas del cuestionado Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) de Playa Ancha, y cerca de dos meses desde que las primeras niñas fueron derivadas a la residencia de Cerro Alegre, y los funcionarios plantean que están bajo malas condiciones de cuidado.

Lo mismo ocurriría en Quillota, Viña del Mar y Villa Alemana, lugares en donde hay otros tres centros: La implementación del nuevo modelo no vendría con suficientes raciones de almuerzo para los niños y los funcionarios, con malas condiciones de habitabilidad y problemas en la cobertura de salud.

En particular, los trabajadores acusan una supuesta meta a nivel nacional de los servicios públicos, que complica al Sename: No se debe sobrepasar el 11% de licencias médicas asociadas a mutuales de seguridad, lo que consideran es un maltrato a los trabajadores que están expuestos a escenarios de agresión.

Esto no iría sólo en perjuicio de las residencias, sino que también de los sistemas de responsabilidad penal adolescente.

El presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Sename, Jorge Borredá, planteó que el servicio no está siendo capaz de garantizar mejores condiciones para los niños, reiterando el temor que expresaron el año pasado, de que las cuatro residencias se convertirían en cuatro “Cread chicos”.

Según datos entregados por los propios trabajadores, hay 22 funcionarios en la casa de Cerro Alegre para 14 niñas. En Viña del Mar son 17 niños con una cifra aproximada de 22 trabajadores, mientras que en Quillota hay 18 funcionarios para 10 niñas y en Villa Alemana 20 niños para 23 trabajadores.

Todos estos datos, a su parecer, dan cuenta de la necesidad de mejorar las condiciones del servicio, recordando que la residencia de Cerro Alegre funcionó tres semanas sin tener aprobadas las orientas técnicas y protocolos de atención.

Lamentan documento

La Dirección Nacional del Sename emitió un comunicado en el que lamentan el documento y las movilizaciones que han comenzado a nivel nacional, argumentando que las asociaciones se resisten a un cambio que tiene en el centro el cuidado de la infancia.

Respecto de los problemas en el sistema de residencias, recordaron que se encuentran frente a una nueva etapa de transición en el servicio, que requiere tiempo y que no estará exenta de dificultades.

“Se trata de un cambio profundo en la forma en que el Estado protege a los niños y niñas más vulnerados, el que se materializará cerrando los Centros de Administración Directa, establecimientos masivos e impersonales (…) para instalar residencias familiares, acogedoras, que cuentan con espacios personales, con atención adecuada, insertos en un barrio y en una comunidad”, detalla el escrito.

Finalmente, reiteran que tienen disposición a conversar mejoras con los trabajadores.

“Cifras no cuadran”

En tanto, desde la Dirección Regional del Sename también emitieron un comunicado, donde cuestionan las cifras dadas a conocer por la agrupación.

“Llama profundamente la atención que los números entregados por los trabajadores en cuanto a la cantidad de funcionarios y niños en las residencias están bastante alejados de la realidad”, indicaron.

Y añadieron: “Hay una diferencia entre los niños, niñas y adolescentes vigentes en las casas y los que están presentes, puesto que algunos se encuentran en acercamiento familiar, pre egreso u hospitalización; de hecho, ninguna residencia tiene más de 15 camas, por lo cual es imposible que se indiquen números mayores a éste”.