La Fiscalía informó un mes y medio antes al Juzgado de Familia de Los Andes de las agresiones hacia la pequeña Ámbar, quien murió después de haber sido violada y golpeada en Rinconada de Los Andes, región de Valparaíso. A pesar de esto, el tribunal mantuvo la custodia de la menor en manos de la tía de la víctima y de su pareja, quien hoy está imputado por el caso.

Según El Mercurio, los primeros antecedentes de este caso serían de julio de 2017, cuando la hermana de Ámbar habría llegado herida a su colegio. Por ello se le otorgó la custodia a la tía materna, casada con el ahora acusado Andrés Espinoza.

Pese a las advertencias del tío de la víctima, Rafael Páez, de que la pareja no estaría apta para cuidar a Ámbar y a su hermana, el tribunal no hizo caso.

La revelación más importante es que a fines de febrero, Ámbar fue atendida por una pediatra quien informó que la niña estaba policontusa.

La pediatra denunció las lesiones a Carabineros que entregó los antecedentes a la Fiscalía. El 14 de marzo la Fiscalía de Los Andes realizó una solicitud al Juzgado de Familia para que ordenara investigar lesiones que presentaba la niña.

Sin embargo, ese mismo día se realizó una audiencia en que Espinoza y la tía de Ámbar expresaron que no podían seguir cuidando a su hermana, quien fue enviada a un hogar del Servicio Nacional de Menores (Sename), ni a Ámbar.

El juzgado decidió extender la custodia de Ámbar mientras se definía dónde sería enviada. Dos días después, cuando el tribunal conoció de la solicitud de Fiscalía optó por mantener su decisión.

Es decir el Juzgado de Familia de Los Andes mantuvo la tuición de la menor, pese a saber que la bebé podía haber sido maltratada.

Ámbar falleció el 27 de abril, día en el que se habría encontrado sóla con Espinoza en la casa de este.

Hasta el momento es el único formalizado por la muerte de la menor y estará en prisión preventiva mientras dure la investigación del Ministerio Público.