En fallo dividido, la segunda sala de la Corte Suprema, rechazó recursos de casación y confirmó el fallo que condenó a siete exagentes del Estado por secuestros y homicidios cometidos en el centro de detención de Pisagua, en la región de Tarapacá. Entre las víctimas, está el soldado conscripto Michel Nash.

Según información del Poder Judicial, los crímenes ocurrieron entre el 19 de septiembre y el 11 octubre de 1973. Y fue en Pisagua, donde fusilaron a 11 personas, argumentando que supuestamente se intentaron escapar, lo que fue descartado por el juez Mario Carroza, quien fue ministro de fuero. De hecho, era imposible, ya que esa zona tiene características físicas que impedían el tránsito vía terrestre.

Se trata de los secuestros calificados de Michel Nash Sáez, Jesús Cañas Cañas y Juan Jiménez Vidal; y del homicidio calificado de Marcelo Guzmán Fuentes, Juan Calderón Villalón, Luis Lizardi Lizardi, Julio Cabezas Gacitúa, Julio Córdova Croxato, Mario Morris Barrios, Humberto Lizardi Flores y Juan Valencia Hinojosa.

En concreto, el máximo tribunal -tras recursos de apelación y casación-, ratificó la sentencia que condenó al coronel de Ejército en retiro, Sergio Benavides Villarreal, y al mayor de carabineros en retiro, Manuel Vega Collao, a presidio perpetuo como autores de los delitos.

En tanto, los miembros del Ejército en retiro, Roberto Ampuero Alarcón, Gabriel Guerrero Reeve y Arturo Contador Rosales, deberán pagar con 10 años de presidio, como autores de los tres delitos de secuestro calificado y por los homicidios calificados de Marcelo Guzmán Fuentes, Juan Calderón Villalón y Luis Lizardi Lizardi. Sergio Figueroa López cumplirá una pena de 12 años de presidio por los mismos hechos.

Uno de los querellantes en la causa, el abogado Adil Brkovic sostuvo que “es una sentencia que nos conforma, en general, solamente hubiésemos querido que la Corte Suprema corrigiese una situación que a nuestro juicio es completamente improcedente, que era el hecho de que se les concedió a los condenados una circunstancia atenuante de reparar el mal causado, cosa que nunca hicieron“.

“Creo que lo más relevante es que constituye un mensaje, en el sentido de que independiente del tiempo que transcurra, las violaciones graves a los derechos humanos van a ser castigadas“, manifestó.

“Las heridas permanecen”

Por otro lado, la hermana del conscripto asesinado Michel Nash, Leila Nash, señaló a Radio Bío Bío que “es difícil como familia tomar este fallo de la Corte Suprema como una acto de justicia, es algo que es tan tardío, que mis padres ya fallecieron (…) no alcanzaron a ver nada de esto y menos encontrar el cuerpo de mi hermano. Entonces la verdad es que cuando la justicia condena a los criminales tan tardíamente, no es algo que cierre las heridas, las heridas permanecen y quedan abiertas, y duelen cada vez que el caso aparece en forma pública”.

Añadió que “provoca indignación, ver que recién ahora, 47 y algo años después del asesinato y desaparición de mi hermano, se hable de justicia”. Esto porque se sienten indefensos y poco apoyados por las instituciones buscan defender los derechos humanos.

Asimismo, argumentó que el hecho de que la Corte Suprema haya confirmado la rebaja en la sentencia, resulta indignante.

La investigación se abrió en 1990 después de que se encontrara una fosa común con cadáveres en Pisagua, donde incluso fue consultado por el tema el dictador Augusto Pinochet, quien sólo se limitó a responder “qué economía más grande”.