En la oficina de CorreosChile de Iquique, personal del OS-7 de Carabineros encontró una encomienda con destino a Nueva Zelanda que contenía 1.2 kilos de clorhidrato de cocaína.

La droga iba en el interior de cuatro mochilas con figuras infantiles, en las que se ocultaban ocho paquetes contenedores.

Los fiscalizadores acudieron hasta la unidad con un can detector de drogas en el marco de su trabajo en diferentes oficinas de envío de documentos y encomiendas a lo largo del país.

Tras la marcación positiva, mediante una orden emanada del Tribunal de Garantía local, se abrió la encomienda y constató que su contenido era droga.