Tres trabajadores residentes de la comuna de Iquique, región de Tarapacá, fueron condenados a diez años años de cárcel por el delito de robo con violencia en contra de otro individuo.

No obstante, y tras la anulación del primer juicio por una orden de la Corte Suprema, fueron absueltos de todos los cargos en su contra ya que la Justicia logró comprobar que los testimonios entregados durante la primera instancia fueron falsos, confirmó el defensor penal público, Eduardo Cabrera.

Pese a ello, uno de los afectados terminó recluido en el centro penitenciario de Alto Hospicio por casi tres años, hecho que lamentó por todos los problemas familiares y laborales que derivaron de su pérdida de libertad.

El aludido, Ángel Canales, detalló a la Estrella de Iquique que pese a que buscaron ayuda y estaban seguros que no estuvieron involucrados en el hecho, nadie les creyó.

“Nadie nos creyó, ahora estoy contento porque pudimos demostrar que somos inocentes, gracias a Dios ahora tengo mi libertad”, sostuvo. “Ahora demostramos que la Justicia es mala”, añadió.

“Yo trabajaba en el puerto y era enfierrador. Nunca tuve antecedentes, ahora se me mancharon por esto y me sigue acarreando problemas. Espero que se solucione pronto”, indicó el hombre.

Humberto Ávalos fue otro de los condenados, pero aseguró que él ni siquiera estaba presente en el lugar del hecho, el que finalmente fue degradado de un robo con violencia a una riña, conflicto en el que participó sólo uno de ellos.

“Nosotros luchamos mucho, yo me fui a Santiago, fui al Congreso, dejé algunas cartas ahí para que me pudieran atender y nadie nos pescó, nadie nos creía”.