Todo comenzó el pasado viernes 15 de marzo, cuando María Luisa Vera (67) perdió la vida al interior de su domicilio en Rancagua, en la región de O’Higgins, tras recibir más de 40 puñaladas en el cuerpo.

El domingo fue detenido un adolescente de 16 años, acusado de homicidio. Y este lunes fue aprehendida una menor de sólo 14 años, polola del imputado y nada menos que la hija adoptiva de la víctima, consigna La Cuarta.

“Llegaba a la casa, nos saludaba ‘papá, mamá’, pero nunca nos imaginamos lo que estaba detrás”, dijo al medio Carlos Ayala, marido de la mujer asesinada.

Dentro de las pericias que realizó la Policía de Investigaciones, se incautó el teléfono celular de los imputados, dando cuenta de mensajes sugerentes para inculparlos por el brutal crimen.

Javier von Bischoffshausen, fiscal jefe de Rancagua, indicó que mediante WhatsApp “la propia imputada le manifiesta a éste (su pololo) que hace tiempo tiene ganas de matar a alguien, pero el problema es que no sabe cómo hacerlo”.

El persecutor citó dos mensajes relativos a la posesión de un arma:
– ‘¿Todavía guardas el cuchillo?‘, pregunta uno.
– ‘Sí, todavía guardo el cuchillo‘, le responde el otro.

El jefe de la Brigada de Homicidios, Iván Laregla-Burdiles, sostuvo que el crimen fue premeditado.

A ello se suman antecedentes policiales que revelaron que los jóvenes se conocieron hace un año en la escuela premilitar. Sin embargo, por el presunto carácter agresivo del joven, los padres de la menor opusieron a la relación, lo que desencadena hoy un probable móvil del delito.

La audiencia de ampliación de la detención de ambos se realizará este miércoles.