En casi todas las comunas es habitual ver a voluntarios de Bomberos vendiendo números de rifa o liderando colectas para financiar los gastos propios de su trabajo. Sin embargo, en Rancagua abandonaron esa práctica y optaron por un mecanismo para estabilizar el financiamiento.

“El Cuerpo de Bomberos de Rancagua se está transformando en una empresa para poder ser sustentable en el tiempo y no estar dependiendo de pedir una colaboración en la calle a través de un tarro, sino generar recursos para que podamos reinvertirlos en nuestros propios bomberos”, detalló a El Mercurio Juan Carlos Field, superintendente de la ciudad.

Como primera medida, dejaron atrás la famosa “campaña del sobre” y formaron una alianza con Essbio, mediante la que los clientes pueden aportar desde los $1.000, mensualmente, con cargo a la cuenta del agua.

Junto con ello, en julio crearon su Organismo Técnico Capacitador (OTEC), el cual fue nombrado Bomberos de Rancagua Instrucción Especializada (BRIE). Ofrecen cursos a entidades públicas y privadas sobre manejo de incendios, manejo de extintores, control de emergencias con materiales peligrosos y formación de brigadas para emergencias industriales.

El Cuerpo de Bomberos de Rancagua, que abarca siete compañías, inauguró en febrero un campo de entrenamiento especializado, el cual costó $140 millones.

Pero no son los únicos. El Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar también fundó su OTEC en 2014 y el 2016 la Fundación IGNEO, que presta servicios y asesorías en las áreas de prevención de riesgos, control de emergencias y seguridad a la empresa privada de la región de Valparaíso y el país.

Según explicaron, del mismo modo que sus pares de Rancagua, los excedentes que ambas organizaciones sin fines de lucro generan los reinvierten en su operación y en la generación de recursos propios para la corporación de Viña del Mar.