El obispo auxiliar de Santiago Fernando Ramos afirmó que la renuncia de Alejandro Goic al Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado, era un “deber”, luego del escándalo por presuntos abusos que afecta a la diócesis de O’Higgins.

Las declaraciones se dan luego de que el obispo Goic decidiera este viernes dejar su cargo en el Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado, para -según sus declaraciones a La Tercera– “hacerse cargo de lo que corresponde en este momento” tras conocerse las acusaciones por actitudes “cuestionables” de sacerdotes de la diócesis.

Goic enfrentará así la situación de la diócesis de Rancagua, medida que se suma a la suspensión de catorce curas de O´Higgins denunciados por presuntas actitudes “cuestionables”.

Además, el obispo reconoció que actuó a destiempo ante las acusaciones en contra de los sacerdotes de Rancagua, porque -según afirmó- los antecedentes que manejaba “hablaban -solamente- de faltas a la autoridad ministerial”.

En ese contexto, el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, planteó que la situación de la iglesia en Rancagua exige la presencia “total” de Goic, por lo que su renuncia al Consejo era lo que el obispo debía realizar.

En tanto, el vocero de los Laicos de Chile, Gustavo Madrid, planteó que el gesto del eclesiástico es un acto de humildad para el resto de los obispos.

Por su parte, la vocera de los laicos de Chillán, Ana Mirena valoró la decisión que tomó el sacerdote, quien reconoció a La Tercera su responsabilidad “al ser poco cuidadoso” para darse cuenta de las eventuales conductas “cuestionables” de los integrantes de su diócesis.

La Conferencia Episcopal comunicó este sábado que el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González asumirá de manera interina el Consejo de Prevención de Abusos del Episcopado.