Un gato bautizado como Tambor es el protagonista de una querella criminal presentada ante el Juzgado de Garantía de San Carlos, luego de que su dueña denunciara que el felino fue simplemente "secuestrado" por una "animalista". Esta última, según reconoce la propia denunciante, la acusó por un supuesto abandono y maltrato. "Me veo en la obligación de querellarme, con la única finalidad de que se obligue a la querellada a entregar a nuestro felino al hogar de origen, y sea sancionada por el ilícito cometido", reza el libelo.

“Como siempre fui a llenar su plato de comida y durante la tarde me doy cuenta que su plato estaba intacto”.

El Juzgado de Garantía de San Carlos declaró admisible una querella por hurto, interpuesta por una mujer de la comuna, luego de que acusara que su mascota fue sustraída desde su domicilio por una “animalista”.

De acuerdo a los antecedentes expuestos en el libelo, el hecho ocurrió mientras una profesora de la comuna, dueña de Tambor, se disponía a alimentar al felino. Fue en ese momento que la mujer notó que su mascota, no estaba por ningún lado.

Un acontecimiento que tiene a una supuesta defensora de animales acusada y a una dueña señalada por presunto abandono y maltrato en redes sociales.

No está Tambor

Los hechos se remontan al 21 de octubre, día en que Tambor desapareció. Como cada tarde, la dueña fue a llenar de comida el plato de su mascota, con quien compartían hogar hace ya nueve años.

Tal como revela la querella, durante esa misma tarde la profesora se dio cuenta que el plato de su michi estaba intacto y que Tambor no se encontraba por ningún lado.

Fue ahí que la denunciante comenzó a buscarlo por todas partes: recorrió la calle principal y las casas colindantes, pero nadie sabía de su paradero.

Eso, hasta cinco días después:

“El 26 de octubre del año en curso y a través de una llamada telefónica de una prima me entero de que nuestro gato habría sido sustraído por la querellada, quien al parecer es ‘animalista"”, reza la acción legal.

La animalista

Al enterarse de lo ocurrido -y antes de enfilar a la casa de la querellada- la profesora decidió encaminarse a la Veterinaria Animal Lovers de San Carlos, para preguntar si alguna de las profesionales había atendido a su peludo.

La sorpresa fue grande: Tambor estaba siendo publicado en redes sociales por una persona que se encontraba solicitando dineros para realizarle un tratamiento médico. Esto, “debido a que padece carcinomas en ambas orejas y por lo que tengo agendada una operación en unos meses”.

En ese momento decidió comunicarse con la mujer acusada, para hacerle saber que el gato que la acompañaba tenía dueño y obtener explicaciones de lo sucedido.

Sin embargo, la respuesta no fue la esperada.

¿Maltrato?

Resulta que -según describe la propia denunciante- terminó siendo amenazada con ser denunciada en redes sociales. ¿La razón? La querellada la acusó de maltratar y abandonar a Tambor, aparentemente por no ofrecerle tratamiento médico, se infiere de la acción judicial.

“Muy ofuscada y de forma muy grosera e intolerante me señala que no me va a devolver a mi felino (reconociendo que Tambor es nuestro) debido a que yo era una maltratadora de animales, que lo haría público, y que se encontraba solicitando dineros a través de redes sociales para costear operaciones, y gastos médicos de mi felino”, versa el libelo.

“Traté por todos los medios de indicarle a la querellada que Tambor tiene un hogar, que estaba pendiente su operación y que sin autorización intervino para costar los gastos y llevarla por sus medios, desconociendo que el felino tiene dueña y un hogar (…) Es por esto que me veo en la obligación de querellarme, con la única finalidad de que se obligue a la querellada a entregar a nuestro felino al hogar de origen, y sea sancionada por el ilícito cometido”, agrega.

La querellada se defiende

Tras la publicación de este artículo, la querellada acusó a la dueña del gato como responsable de maltrato animal.

“Aclaro que el gatito fue encontrado lejos de la propiedad de su supuesta propietaria, tampoco tenía microchip, ni collar con placa y su estado se asimilaba más al de un gato callejero que a un gatito con familia”, apuntó.

Además, señaló que todo partió antes de lo mencionado en la querella: “El 6 de octubre se difundió en redes sociales el caso de un gatito en evidente estado de abandono en las cercanías del centro de San Carlos”.

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A la semana después, “personalmente me tope con él, extremadamente flaco, lleno de pulgas y con evidente carcinoma en sus orejas de estado avanzado (…) los mismos vecinos del lugar me facilitaron una caja para trasladarlo a un hogar temporal para comenzar con su proceso de recuperación”, consignó la mujer a BioBioChile.

Fue ahí que a los tres días del rescate, la animalista señaló que la dueña se comunicó ella: “Le doy la opción de dirigirnos al departamento de Tenencia Responsable en la Municipalidad para que pueda ver si corresponde a su mascota (…) y a su mismo tiempo pudiera llevar evidencia para justificar el estado de abandono del gatito”.

Desde ese momento, la mujer no supo más de la querellante, contó.

Según relató la mujer, actualmente el gatito se encuentra a su cuidado y “ha tenido constantes visitas al veterinario”.

Con todo, el tribunal de San Carlos ya derivó los antecedentes al Ministerio Público para su investigación.

El destino de Tambor ahora lo deberá determinar la justicia.