Un violento hecho de sangre ocurrió en Punta Arenas durante la madrugada de ayer, movilizando a personal de Carabineros hasta un domicilio, donde se encontraba una persona herida.

Según explicó Carolina Herrera, capitán de Carabineros, la Central de Comunicaciones recibió la solicitud de personal policial, luego de que la víctima presentara heridas cortantes en la cara que terminaron por dejarlo herido grave.

“Ayer en la madrugada, a raíz de un comunicado de Cenco, personal de Carabineros concurre a verificar un procedimiento de una herida con arma blanca. En el lugar, se entrevistan con la víctima, un hombre adulto, el cual manifestó que momentos antes un anti social lo amenazó con dos cuchillos y con uno de estos le propinó una herida en el rostro”, señaló la capitán de Carabineros.

Luego de escuchar lo relatado por la víctima y ver su condición, personal policial concurre al inmueble donde ocurrieron los hechos, procediendo a la detención del sujeto.

“Al ser un delito flagrante, Carabineros concurre al domicilio del individuo, procediendo de inmediato a su detención. Se toma contacto con el fiscal de turno, quien ordena que esta persona pase a control de detención, y además que acuda al domicilio un equipo de Labocar, para realizar las pericias respectivas en el inmueble”, concluyó la oficial.

Prohibición de acercarse a la víctima

Tras ser detenido en la madrugada de ayer, Jorge Marcelo González González, fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Punta Arenas.

Una vez que fue declarada legal la detención del imputado, el Ministerio Público procedió a formalizar la investigación.

Según el fiscal subrogante, Ricardo Torres, el imputado habría amenazado con 2 armas blancas a la víctima de 63 años. Con uno de ellos, el sujeto habría acuchillado la mejilla del agredido.

Según el parte médico, la víctima resultó con una herida cortante facial de carácter grave.

Por ello, la fiscalía le comunicó a González González que sería investigado por dos delitos: lesiones graves y amenazas no condicionales.

Como medidas cautelares, el Ministerio Público solicitó que el imputado quedase con la prohibición de acercarse a la víctima. Además, pidió que abandonase el hogar y que estuviese con arraigo regional.

La defensa no se opuso a las medidas propuestas. Por ello, el tribunal decidió que el imputado abandone la habitación que arrendaba. Además, le queda estrictamente prohibido tener cualquier tipo de contacto con la víctima.