El Servicio de Salud de Magallanes deberá pagar una millonaria indemnización a la familia de una mujer que murió en agosto de 2015 tras recibir una negligente atención de parto en el hospital de Porvenir.

Según informó el Poder Judicial, la indemnización alcanza los $134 millones. El motivo de la negligencia radicó en que en el centro hospitalario no disponían del fármaco misoprostol, indicado expresamente para la atención de un parto complejo.

La víctima fatal, una ingeniera en construcción, murió el 9 de agosto de 2015 luego de dar a luz a su hija en el hospital de Porvenir, donde no había un ginecólogo.

Cómo ocurrió el hecho

El 7 de agosto, la mujer se presentó en el recinto con contracciones, pero el obstetra que lo atendió le recomendó trasladarse a Punta Arenas porque no habían especialistas para practicarle una cesárea ya que el bebé venía en posición podálica.

Finalmente, se le diagnosticó un falso trabajo de parto y la embarazada junto a su marido acordaron viajar el 9 de agosto a la capital de Magallanes para poder realizar la cesárea. Sin embargo, minutos antes de tomar la barcaza a Punta Arenas la mujer presentó un sangrado, por lo que volvió al hospital de Porvenir.

“Pese a las reiteradas solicitudes de evacuación aérea, ésta fue denegada, porque la condición de (…) era
arriesgada. Añaden que se solicitó traer un especialista, lo que igualmente no se permitió porque el Hospital no contaba con dicho servicio, y que por lo mismo tampoco se utilizó un sistema de telemedicina, y así las cosas, agregaron que llegaron un par de paramédicos que brindaron cada 20 minutos, pastillas a (…) para prepararla para la cesárea y que cerca de la hora de espera, se les avisó que comenzarían con los procedimientos (sin anestesista ni ginecólogo), por lo que a las 2 horas desde el ingreso
al Hospital, se le acercaron a Omar dos profesionales, quienes le explicaron que se trataba de un procedimiento común, por lo que no debía preocuparse”, se consignó en el fallo.

Durante se practicaba el procedimiento, se le avisó al marido que no se logró inyectar anestesia raquídea a su esposa, por lo que se le daría anestesia general.

“Por el uso de anestesia general (…) entró en paro cardiaco, y que sin embargo aquello, no fue todo lo que le ocurrió, ya que durante la intervención se ahogó con la intubación endotraqueal, ya que como fue mal puesto, hubo devolución de líquido gástrico, siendo informado, a las 23:00 horas, que (…) había fallecido, habiendo perdido cerca de 3,5 litros de sangre y que habían intentado solventar la falta de aquella con suero. Pese a lo anterior, no hubo explicación del Hospital de la falta de sangre (en el banco de sangre del mismo) ni de anticoagulante para el procedimiento, lo que hubiese permitido en la práctica un resultado diverso de haber funcionado con los mismos, y se hubiese impedido que se desangrara”, se agregó.

Falta de misoprostol

Según el fallo, la mujer sufrió inercia uterina, por lo que desde Punta Arenas un médico aconsejó usar misoprostol para controlar la consiguiente hemorragia producida por la afección de salud. Dicho medicamento no estaba en el hospital.

“La ausencia del medicamento misoprostol del arsenal del Hospital de Porvenir denota una falta de control, planificación o coordinación por parte del Servicio de Salud Magallanes, que determina un servicio defectuoso al compararlo con el servicio que debió prestar, lo que sin duda defraudó la confianza legítima de la paciente al ingresar a un establecimiento público de salud, en orden a que se trata de un establecimiento diligente en su área, en donde se espera que ciertas cosas no sucedan”, se afirmó en la resolución.

“A juicio de este sentenciador la obligación de contar con stock del fármaco misoprostol en el arsenal farmacológico del Hospital de Porvenir es de resultado, bastando para comprobar su incumplimiento la simple constatación de que al 9 de agosto de 2015 el referido fármaco no estaba disponible en el Hospital de Porvenir, como de hecho ha quedado plenamente acreditado”, se agregó.