Constantemente se ha hablado de varias personas desaparecidas en Magallanes, siendo el caso más emblemático y recordado por la comunidad el de Ricardo Harex, joven estudiante del Liceo San José que desapareció en octubre del año 2001, y el cual ha sido uno de los más bullados por todo lo que ha acontecido con ello.

Los más recientes y que no han pasado al olvido por la insistencia de los familiares son los casos de Irma Solís y José Márquez. Ambos ya llevan algunos años sin ser vistos por sus familiares, pero la insistencia y la incertidumbre con la que deben vivir sus familias ha sido uno de los factores que les ha jugado en contra para poder aclarar estos hechos.

Irma Solís fue vista por última vez en abril de 2015, fecha en que su familia perdió todo tipo de contacto con ella; mientras que Márquez el mismo año pero en enero se despidió de sus familiares para ir a trabajar no retornando jamás a su hogar.

Pero hay más casos. Son tres que no están muy presentes en la retina de los magallánicos y cuyos nombres están publicados en la lista de desaparecidos permanentes de la PDI a nivel nacional, entre los más de 190 nombres que figuran en ella.

El primero de los casos de los cuales hace mucho tiempo no se hablaba es el de Hugo Arenas Huenante, trabajador que fue visto por última vez el 27 de junio de 2008.

Arenas se encontraba a bordo de una lancha motor y, según sus compañeros de tripulación, éste habría caído al agua, sin que se vuelva a tener conocimiento de su paradero, situación que derivó en las diligencias por parte de funcionarios de la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI. Hasta hoy no se tiene conocimiento sobre lo ocurrido con el pescador artesanal.

En la actualidad se han registrado casos similares al de Arenas, por decenas de trabajadores que han sufrido tragedias en alta mar, lo que deja en claro lo riesgoso de las operaciones que cumplen estas personas.

Diario El Pingüino intentó ubicar a familiares de Arenas, pero desafortunadamente no fue posible ya que no existen registros de sus domicilios, presumiéndose que puedan haber dejado la región de Magallanes.

El segundo caso, que prácticamente no se recuerda, es el de Luis Almonacid Almonacid, quien a la edad de 42 años desapareció el 25 de septiembre de 2009.

En esa oportunidad, Almonacid, de profesión pescador, se bajó de la lancha que tripulaba para caminar en tierra, manifestando a un puestero que iría a ver una antorcha, no siendo más encontrado.

Otro de los olvidados es el caso más reciente que se ha registrado en Magallanes. Se trata de lo ocurrido con Luis González Paredes, quien el año 2016 desapareció sin dejar rastro de su paradero.

González fue buscado por familiares que llegaron desde Argentina, luego de no tener conocimiento de su paradero, presentando las denuncias respectivas y sin que estas hasta los días de hoy tengan resultados.

El servicio de encargo por presunta desgracia se mantiene vigente a lo largo del país, tanto por la PDI como por Carabineros.

Los familiares que no viven en la zona viajaron y se entrevistaron con las autoridades, entregando antecedentes donde manifestaban que el desaparecido pernoctaba en el Hogar de Cristo de Punta Arenas, indicando en dicha oportunidad que este se podría encontrar en Puerto Natales, por lo que se hicieron algunas diligencias, descartando que se haya trasladado al lugar.

Pese al poco tiempo que ha pasado, se cree que por la falta de familiares en la zona no se ha podido obtener una búsqueda más precisa, ya que no existirían conversaciones entre la familia y la Fiscalía para ver en que se encuentra el caso.

En la actualidad, González estaría próximo a cumplir 65 años, desconociéndose completamente su paradero, descartando por parte de las policías que esta persona haya hecho abandono de la región por un paso fronterizo habilitado, considerando que no existen registros de su paso.

En Chile, Santiago, Alto Hospicio y otras de la zona norte son las que concentran la mayor cantidad de personas desaparecidas, apareciendo Magallanes con índices mucho más bajos.

Pese a ello, la preocupación por las personas desaparecidas es permanente, manteniéndose abiertas varias de las investigaciones referentes a los extraviados.