A 7 años de haber solicitado una hora a oftalmólogo para su hija, el Hospital de Puerto Montt habría contactado a una mujer de Frutillar para avisarle que había un cupo.

Una mujer oriunda de la Región de Los Lagos relató que recibió una llamada del Hospital de Puerto Montt para avisarle que había una hora a médico disponible para su hija, de 16 años. No obstante, el problema era que ella había solicitado la cita en 2016.

Según contó Juana Ramírez Furnanca a LUN, hace 7 años, cuando su hija tenía 9, pidió hora para un oftalmólogo en el recinto de salud y recién este año la contactaron de vuelta.

“Eso fue en marzo de este año. Le dije a la persona que me llamó que muchas gracias, pero la verdad es que ya no necesitaba esa hora. Le insistí en que para qué iba a hacer ese gasto conmigo porque mi hija ya había ido al oftalmólogo de forma particular. Le conté que incluso la llevé hace poquito y que tiene control en agosto”, indicó Ramírez.

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Se ofuscaron al rechazar hora a médico

Ramírez, quien vive en Frutillar, señaló que al no aceptar la hora, la persona que la llamó se molestó.

“No sé qué pretendía, que me quedara de brazos cruzados esperando. La persona que estaba al otro lado del teléfono se ofuscó, me decía que cómo la iba a llevara control particular, que debía aceptar la hora del hospital y que no me llamaron en todo este tiempo porque no había nada antes”, explicó.

“Seguí insistiéndole en que se la diera a otra persona que la necesitara más. Finalmente, le corté porque sentí que me estaba retan. Y yo tengo 50 años. No estaba para eso”, añadió.

Ramírez indicó que solicitó la hora luego de que su hija le dijera que no veía bien la pizarra en el colegio y luego comenzara con dolores de cabeza.

Pero como pasaba el tiempo y no conseguía cita, finalmente llevó a su hija a un operativo médico donde había una tecnóloga, que le dio una receta de lentes, pero de todas maneras decidió que la viera un oftalmólogo particular el año pasado.

“Había que juntar el dinero para los anteojos y para la consulta. Cuando la llevé el médico dijo que había esperado mucho tiempo porque mi hija tenía miopía y astigmatismo, que si no usaba anteojos ahora, la niña iba a perder mucha más visión”, afirmó.

Cabe destacar que en el Servicio de Salud de Reloncaví, al que pertenece Frutillar y Puerto Montt, cada 10.000 beneficiarios de fonada hay 7,3 médicos generales y 11,S especialistas, de acuerdo a un informe sobre oferta y brecha del personal de salud, dado a conocer en junio de este año por el Minsal.