Vecinos de Curaco en la región de Los Lagos mostraron incertidumbre por los efectos de la contaminación que genera el basural, a lo que suman malos olores desde la planta de la empresa Ecoprial.

Esto tras enterarse a través de Radio Bío Bío que el proyecto relleno sanitario vuelve a cero luego que el intendente Harry Jürgensen confirmara el hecho.

En un recorrido realizado por la zona ubicada a 7 kilómetros de Osorno, Alejandro Allende, jefe de operaciones del vertedero explicó que se emplea un sistema de compactado de los residuos que llegan.

Respecto a los lixiviados, correspondiente a los líquidos que genera la basura, existe una piscina que recibe lo que por gravedad va percolando, los cuales son reintegrados a la masa compactada.

Sin embargo, esto último es una de las críticas que mueve a vecinos a plantear su queja debido a que es una carga liquida contaminante de la cual no se puede ejercer un control efectivo, como lo afirmó Luis, residente en Curaco.

La interrogante surge en torno a dos esteros que aguas abajo se unen y luego se transforman en tributarios del Río Rahue, y donde no existen mediciones que den cuenta sobre cuanta carga contaminante absorben y hasta donde las napas son receptoras de lixiviados.

Verónica, vecina inmediata del vertedero, dijo que comenzar de cero el relleno sanitario supone para ellos prepararse para seguir enfrentando cuadros de contaminación.

A lo anterior suman la pestilencia que genera una planta receptora de desechos de lo cual también son testigos quienes pasan por esa zona en la ruta U 400 al mar.

Respecto a la acción de la Superintendencia del Medio Ambiente como la autoridad sanitaria, tras varias consultas de Radio Bío Bío, pidieron tiempo para referirse a su rol y sobre todo a las preguntas referidas al programa de fiscalización.