Tan complejo como alargar la vida útil al colapsado vertedero Curaco en las cercanías de Osorno, se ve en lo inmediato el rumbo que tomó el frustrado relleno sanitario.

En medio de un enmarañado juicio que tiene entrampado un urgente proyecto para recepcionar los desechos de prácticamente toda una provincia, desde la Intendencia de Los Lagos confirmaron de manera exclusiva a La Radio una drástica medida.

Las altas temperaturas veraniegas para una gran mayoría es sinónimo de vacaciones, pero para los vecinos del vertedero Curaco ubicado a 7 kilómetros de Osorno hacia la costa es sinónimo de olores nauseabundos y una fauna que ve en la basura un festín diario. Aún así, hay otra realidad que sigue oliendo muy mal.

En 1989, 39 hectáreas comenzaron a recibir residuos sólidos domiciliarios y asimilables urbanos de, hasta ahora, 6 de las 7 comunas de la provincia, lo que cambiaría en el breve plazo luego que Río Negro decidiera apuntarse a las miles de toneladas de desechos en un basural que ya tiene su vida útil expirada, pero que debe seguir operando ante el fallido proyecto para contar con un relleno sanitario.

El 14 de octubre del 2014, la empresa Servitrans sellaba el contrato para construirlo con el compromiso de ejecutar posteriormente las operaciones en calidad de concesionaria; obra que debía entregarse en febrero del 2016. A poco andar, se reportaron dificultades técnicas además de una falla en el terreno paralizando obras el 2015, y donde de los más de $9 mil millones para la obra se habían gastado sobre los $4.736 millones de ellos.

Vinieron nuevos estudios y hasta una readecuación del proyecto original y no hubo caso. Servitrans no retomó obras y para peor, el caso recaló en tribunales demandando por mas de $5.400 millones al municipio de Osorno en su rol de inspector técnico de la obra, donde el abogado de la empresa Víctor Rojas esgrimía nefastas consecuencias de seguir con los trabajos.

En medio de todo, las descargas en el vertedero suman y siguen, pero para el alcalde de Osorno, Jaime Bertín, no hay problemas porque aún se le puede extender su periodo de operaciones.

Pero la tranquilidad del jefe comunal no es compartida por el presidente de la Comisión del Medio Ambiente del consejo regional, Francisco Reyes, quien pidió investigar no solo lo que calificó de sobreexigida capacidad del basural, sino sus efectos especialmente en las napas subterráneas que podrían estar contaminadas.

Pero más allá de todo, los vecinos del sector Curaco siguen con su demanda de siempre: vivir sin contaminación. Igualmente, lamentan no tener respuestas y sobre todo se niegan a perpetuar su actual realidad.

El futuro

¿Y qué pasará con el proyecto del relleno sanitario? La respuesta la dio a La Radio el intendente Harry Jürguensen, quien declaró que habrá que realizar un nuevo proyecto.

El intendente aclaró que hay un largo camino por recorrer, donde se apelará a la colaboración de todos los actores involucrados ante la compleja premura del nuevo proyecto de relleno sanitario que en todo caso no se movería del terreno inicial.

Ahora hay que aguardar por las reacciones donde el fantasma del colapso sanitario pareciera rondar, entendiendo el tiempo perdido y el que queda.