El aumento de construcción de edificios en altura y el incendio de grandes proporciones que afectó al centro de Osorno, dejó en evidencia la falta de una escala telescópica mayor para los Bomberos de la ciudad, lo que se suma a otras necesidades de la zona.

La imagen de un voluntario de la Cuarta Compañía sobre una escala telescópica sin canastillo, que no superaba la octava planta de un edificio de 20 pisos que se quemaba, causó conmoción en la comunidad osornina.

La acción corresponde a uno de los siniestros más grandes que ha afectado a la ciudad, donde las llamas, que rápidamente se propagaron en un edificio de Ramírez con O’Higgins, obligó a la concurrencia de todas las compañías de Osorno, así como el apoyo de voluntarios de Río Negro y San Pablo.

Por la labor de los voluntarios, el alcalde Jaime Bertín recibió al primer comandante, Marcelo Millar, que entre otros, solicitó ayuda con una camioneta para agilizar el traslado de voluntarios, lo que fue aceptado.

Sin embargo, al descubierto quedaron necesidades de mayor envergadura y que requieren de una millonaria inversión.

Otro de los puntos prioritarios es el carro Haz-Mat, para el control de sustancias peligrosas. Aquello considerando que el usado actualmente por bomberos fue donado desde Alemania, y ya cuenta con un amplio recorrido.

Además, los voluntarios de la zona revelaron la necesidad de dos piscinas de abastecimiento de 10 mil litros, que permitirían vaciar con mayor eficiencia los carros aljibes para recargar los carros bombas durante emergencias.