Una familia oriunda de Frutillar y Tacamo Alto en la región de Los Lagos emplazó al Estado por negarse a dar tratamiento a una menor de 13 años con cáncer a la sangre (Leucemia), a quien el sistema público desahució. Sin embargo, un hospital privado la trasplantó y hoy la niña comienza a recuperarse.

Debido a lo anterior, la familia adeuda más de 180 millones de pesos, monto que podría aumentar al doble debido a infecciones que presenta la menor. Mientras tanto, Fonasa tiene un plazo de 10 días para responder a dichas acusaciones.

Se trata del caso de Brithany Rauque, quien en junio de este año fue internada de urgencia en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, luego que el servicio Público la desahuciara por un cáncer avanzado a la sangre (Leucemia), tras presentar una segunda recaída, por lo que la enviaron a su casa con una esperanza de entre 3 a 6 meses de vida.

La familia de escasos recursos, cuyos padres provienen de Frutillar y Tacamo Alto, fue asesorada por la organización “Apoyemos una Causa” de Rodrigo Arismendi, tras lo cual decidieron correr el riesgo de operarla en un recinto provado, internándola con apoyo de rifas y bingos solidarios.

A cuatro semanas de ser trasplantada de médula con la donación de uno de sus hermanos, la menor ahora presenta mejorías y desaparecieron las células cancerígenas. Sin embargo, por este procedimiento y tratamiento deben más de 180 millones de pesos a la clínica.

Al respecto, Rodrigo Arismendi asegura que el sistema de salud público cayó en contradicciones en el procedimiento.

“Ese comité (del sistema público) decidió que Brithany tuviera un tratamiento paliativo, todavía no estaba considerado el trasplante. Es decir, tenía que seguir dos meses esperando. Eso se contrapone al informe entregado por la Universidad Católica que dice que era necesario y urgente el trasplante“, declaró Arismendi.

Es por ello que reclamaron a la Superintendencia de Salud, donde Fonasa deberá responder y eventualmente asumir los costos del procedimiento, pero se deben esperar 10 días para que Fonasa responda.

“El siguiente paso es poner un recurso de protección contra el Estado. Ellos no se pueden negar a algo que existía”, sentenció.

Brithany permanece internada en la Universidad Católica, debido a una infección en sus pulmones, que es normal según los médicos en su condición de recuperación.

Sin embargo, se indica que necesita transfusiones dos veces al día, por lo que la familia solicita dadores tipo A y O negativo en el banco de sangre de la Universidad Católica.

En tanto, Arismendi llamó al Estado a priorizar otro centro de trasplantes en el sur de Chile, considerando que el Hospital Luis Calvo Mackenna en Santiago -donde se dijo que se analizaría trasplantar a Brithany a fines de junio- no daría a basto.

Finalmente, a Fonasa le quedan aún 7 días hábiles para responder al requerimiento de la familia que les permitiría saldar la deuda hospitalaria de la menor.

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