Tres años han pasado desde el accidente que cambió la vida del pequeño José Ibarra, quien se mantiene postrado en Osorno, en la región de Los Lagos.

Hasta ahora, su familia había tenido que lidiar con una lucha incansable para sostener económicamente para brindar los cuidados correspondientes al menor con una grave situación de discapacidad.

Su padre, Pablo Muñoz, sostuvo que tras la gestión de las autoridades, el menor se vio beneficiado con una pensión de gracia de por vida y el subsidio habitacional para la familia, que quedó a nombre de la madre.

El subsidio les permitirá trasladarse desde Francke hasta Rahue Alto, donde estarán ubicados en cercanías del Cesfam del sector.

Los cuidados de José implican gastos en consultas médicas, insumos, pañales y alimentación, detalló su padre.

En ese sentido, Muñoz indicó que han recibido innumerables muestras de apoyo, tanto material como económico.

Valoró la labor de las autoridades para concretar la entrega de estos beneficios que -según dice- facilitarán su labor en el cuidado del menor, que actualmente tiene 14 años.

Además se hizo entrega de un generador para el respirador de José, en caso de que se corte la electricidad, que es parte de los cuidados que necesita el joven.

Cuando tenía 11 años, el menor sufrió graves lesiones tras caer y ser golpeado por la estructura metálica de un columpio para discapacitados. La situación lo dejó con graves secuelas que lo mantienen bajo cuidado médico hasta el día de hoy.