Nuevamente la Municipalidad de Osorno, región de Los Lagos, enfrenta cargos por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) por el mal manejo de lo que es el vertedero Curaco.

Una nueva inspección por parte de fiscalizadores del organismo, junto a personal de la misma Superintendencia de Salud, permitió advertir una serie de falencias que persisten, a pesar que en junio pasado se acogieron a un plan de cumplimiento al detectarse infracciones en su funcionamiento.

Ivonne Mancilla, encargada regional de la SMA, señaló que se constató que además de cumplir a medias el plan anterior dispuesto, nuevamente el mal manejo de lixiviados es una de las faltas graves.

A lo anterior se suma que el recinto no mantiene implementadas todas las chimeneas de venteo de biogás –con las que debiera funcionar dadas sus dimensiones-; no hay cumplimiento de los monitoreos exigidos y existe un manejo deficiente en la disposición de residuos en cuanto a falta de compactación y de cobertura de la masa de residuos.

Esto conlleva que el municipio se acoja a las dos únicas opciones dispuestas: primero, presentar un plan de cumplimiento o en segundo término presentar sus descargos.

De acuerdo al cuadro de sanciones, a las que se exponen quienes sean fiscalizados por la SMA, sólo por una falta grave se arriesga la revocación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la clausura temporal o definitiva y una multa de hasta cinco mil Unidades Tributarias Anual (UTA).

En atención a que son tres faltas graves y dos leves, la sanción máxima sería el pago de 17 mil UTA, vale decir $9.775 millones.