Para muchos pasan desapercibidos, pero no significa que han desaparecido. Los cochayuyeros de Tirúa nuevamente llegaron hasta Temuco para ofrecer sus productos.

Son historias de vida que día a día se enfrentan a complejidades, pero –aseguran- que están lejos de abandonar el oficio que desarrollan hace años.

Al final de avenida Alemania, en un sitio eriazo, se encuentran hace dos semanas los tradicionales cochayuyeros que caminan cada temporada 150 kilómetros desde Tirúa en la provincia de Arauco, para arribar hasta La Araucanía.

Rodeando una fogata y al costado de un campamento para guarecerse, cada mañana preparan los atados de cochayuyo que luego cargan en sus carretas, las mismas que sirven de improvisadas camas en su largo periplo.

Radio Bío Bío conversó con ellos. Son siete familias compuestas por adultos y niños, quienes dos meses antes iniciaron la recolección del cochayuyo en las costas de la provincia de Arauco, enfrentándose a las inclemencias del tiempo y al trabajo esforzado, donde incluso se suman los más pequeños del grupo.

María Elena hace años se dedica al rubro, pero no por eso le resulta fácil. Ayudados por bueyes, caminan kilómetros durmiendo muchas veces donde los encuentra la noche o cuando llegan a alguna comunidad donde comercializan el producto.

José tiene 25 años y ya decidió que seguirá en el rubro. Relató lo difícil que hoy se torna el trabajo,ya que son fiscalizados por inspectores municipales y Carabineros, quienes haciendo cumplir una ordenanza, multan a quienes les compran en el centro de Temuco.

Los vendedores están seguros que deben mantener el oficio, lo que queda de manifiesto en el sacrificado trabajo que realizan. Se espera que durante los próximos días, lleguen a La Araucanía otras familias, relevando a quienes ya lograron vender sus productos.

Danilo Ormeño | RBB
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