Este martes se llevó a cabo la audiencia de formalización por el ataque al joven coquimbano Yerko Corrales por parte de dos jugadores sub21 del club deportivo Coquimbo Unido, tras un bullado conflicto entre familias ligadas al fútbol local. La Fiscalía investiga un posible homicidio frustrado.

Durante la jornada de este martes, se realizó la audiencia de formalización de los dos cadetes de Coquimbo Unido, imputados por las lesiones provocadas a Yerko Corrales, tras un presunto homicidio frustrado en contra del joven coquimbano, con quien los autores del hecho arrastran riñas enmarcadas en un bullado conflicto entre familias ligadas al fútbol local.

Según se pudo corroborar en las imágenes captadas por una cámara de seguridad, Corrales fue golpeado en la cabeza con un bate de béisbol modificado con tornillos en su parte superior, lo que le provocó una fractura y lesiones de gravedad que lo mantienen internado en el Hospital San Pablo, de la comuna puerto.

Cabe recordar que, los dos sujetos se entregaron a la policía y prestaron declaración reconociendo los hechos, que fueron ampliamente difundidos luego de una publicación de la madre de la víctima en Facebook. Más tarde, en conversación con El Día, la mujer pidió “justicia” y que los responsables del ataque “paguen en la cárcel”.

Se trata de M.R. (17) y B.M. (21), futbolistas juveniles ahora suspendidos del club a raíz de una serie de incidentes. Por orden del tribunal, las identidades de ambos deben ser resguardadas, a fin de respetar el derecho a la presunción de inocencia que tiene toda persona imputada por un delito.

En la instancia, el fiscal Freddy Salinas solicitó ampliación de la detención, a fin de recabar más antecedentes que permitan formalizar a ambos sujetos por -hasta ahora- el delito de homicidio frustrado, lo que deberá ser sustentado por antecedentes claves en los que trabaja el persecutor.

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Los argumentos sobre la mesa

En la audiencia de este martes, el tribunal escuchó las alegaciones de las partes, comenzando con Fiscalía, que formalizó lo ocurrido como un delito de homicidio frustrado.

A vista del persecutor Freddy Salinas, cabía participación de ambos imputados en calidad de autores, por lo que solicitaba las medidas cautelares de prisión preventiva e internación provisoria para el desarrollo de las investigaciones del caso.

Los abogados defensores de los dos sujetos que comparecieron ante el Juzgado de Garantía de Coquimbo, cuestionaron las calificaciones del fiscal, indicando que se trataba más bien de un delito de lesiones graves.

Ambos abogados, Carlo Silva como defensor del adolescente y Cynthia Herrera en representación del mayor de edad, indicaron que las lesiones no eran mortales, como suelen ser calificadas por diagnóstico médico en los casos de presunto homicidio frustrado.

De hecho, Silva exhibió un video reciente en que Corrales se comunica con su familia por videollamada, completamente consciente.

Asimismo, el defensor cuestionó también la participación puntual de su representado en el delito indagado, afirmando que el fiscal se equivocaba al mencionar que ambos imputados estaban premunidos por el arma que produjo las graves lesiones a la víctima.

Tras escuchar los argumentos, la magistrada Carolina Baroncini resolvió darle la razón de manera parcial a cada una de las partes.

Dos etapas de la riña

No obstante, con los antecedentes expuestos, la jueza de Garantía compartió la tipificación de posible homicidio frustrado formalizado por la Fiscalía.

En ese sentido, indicó que pese a que las lesiones fueron graves y no mortales de no mediar socorro oportuno, el responsable del ataque pudo preverse en la situación de llegar a quitarle la vida con un arma de esas características, por lo que, “el autor actúa al menos con un dolo eventual”.

En la misma línea, quitó peso al video mostrado, indicando que esta conclusión es independiente a las mejoras que pueda tener en su paso por el hospital.

Sin embargo, concordando en parte con los argumentos del defensor Carlo Silva, estableció diferencias en la participación de ambos imputados en el delito antes mencionado. “Pese a que está claro que estuvo en el lugar, a juicio del tribunal, él (el menor de edad) participó en una primera parte de la dinámica”.

Recapitulando en los hechos, los dos llegaron en un auto y se enfrentaron con Corrales.

En este contexto, el adolescente se pelea a golpes con la víctima y tras esto, suben al auto en el que llegaron, con la intención de retirarse. Aquí hay un punto de quiebre, en el que según el video y el relato de testigos, la víctima se acercó al auto y le dijo algo al sujeto mayor de edad, que portaba el bate.

Presunta amenaza

Por el momento, la única declaración que logra describir esas palabras son de la novia del menor de edad, que los acompañaba.

Según la joven que declaró como testigo, Yerko Corrales lo habría amenazado con matar a su hijo, hecho que no ha podido ser ratificado. A parecer de la jueza, el móvil deberá ser esclarecido con mayores diligencias en una etapa posterior.

Es entonces cuando comienza una segunda etapa de la dinámica de los hechos, en que el sujeto mayor de edad desciende del vehículo y golpea a la víctima en la cabeza con el bate de béisbol modificado con tornillos. Ataque que provocó las lesiones graves que sustentan la tesis de un presunto homicidio frustrado.

En esta parte, la jueza menciona que “no es posible imputarle responsabilidad” al adolescente, ya que “no se puede deducir ningún antecedente de que supiera qué iba a pasar, que estuviera de acuerdo o que pudiera evitarlo. No podía prever ni manejar esta situación”.

Homicidio frustrado y prisión preventiva

De esta manera, la magistrada acogió la solicitud de prisión preventiva para el mayor de los imputados, sin perjuicio de que esta pueda modificarse en el transcurso de la investigación en caso de existir nuevos antecedentes, recalcó.

En lo relativo a esta audiencia, se logra establecer que hay un delito de homicidio frustrado, que por su gravedad amerita penas de cárcel y si bien el imputado contaría -por ahora- con la atenuante de colaboración con el esclarecimiento de los hechos -aspecto discutible y materia de juicio- esto podría rebajar la pena, pero no más allá de los 3 años y 1 día.

“Hoy, como no tengo ningún antecedente que me permita pensar que pueda, en una eventual condena, cumplir pena en libertad, y teniendo en cuenta los antecedentes peligrosistas, en esta oportunidad se va a dar lugar a la petición de la Fiscalía”, sostuvo. Pese a ello, aclaró que la prisión preventiva aún en su caso es “revisable”.

“No es que deba permanecer vigente en todo el período de investigación”, agregó, fijando con ello un plazo de 90 días para las indagatorias.

Por otro lado, consideró desproporcionado decretar la internación provisoria para el menor y acotó que en su caso se necesitaría de nuevos exámenes a la víctima que puedan describir las lesiones que esta tiene por sus golpes, que no constituyen la intención de matar, sino que se enmarca en una riña entre ambos.

Con ello, finalmente decretó para el menor imputado arresto domiciliario nocturno, a espera de nuevas diligencias que puedan determinar los eventuales delitos por los que pudiera ser indagado.