A través de redes sociales se viralizó el registro de video que muestra a una puma, especie protegida en Chile, agonizando y con una disnea respiratoria al costado de un camino rural en la localidad de Cuncumén, comuna de Salamanca, región de Coquimbo.

En concreto, el hecho ocurrió la mañana del sábado, cerca de las 11:00 horas, en territorio perteneciente a Minera Los Pelambres, indicó a BioBioChile (BBCL) el veterinario y director regional (s) del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Coquimbo, Gonzalo Vega.

Durante esa jornada se advirtió la presencia del animal en el poblado, motivo por el cual diversas personas le tomaron fotografías, sostuvo el consejero regional Cristián Rondanelli.

No obstante, al transcurrir la mañana, Pelambres recibió el aviso de una agresión contra este ejemplar, por lo cual una brigada de la minera concurrió al lugar, llamando al SAG, entidad que llegó junto a efectivos de Carabineros para anestesiar al animal, brindarle atención de urgencia y derivarlo a la oficina de Illapel.

Pese a que en un principio se creía que la puma habría muerto por la acción de perros asilvestrados, ya que su cuerpo efectivamente contaba con mordeduras, la causa de muerte fue otra muy diferente.

Camino a Illapel, bajando desde las montañas, la puma murió al interior de la jaula especial que el SAG tiene para el traslado de estos animales. Tras su deceso, Vega realizó la necropsia de rigor, donde encontró la alteración fisiológica que le costó la vida.

“La cavidad abdominal estaba normal y había lesiones de mordeduras, pero eran leves. La puma estaba muy gorda, tenía una importante capa de grasa, se estaba alimentando bien, pero su estómago estaba muy inflamado, como una pelota de basketball, es decir 2 o 3 veces el tamaño normal”, dijo Vega.

“En el estómago encontré restos muy molidos de piel, hueso, grasa, pelo, intestino, al parecer se comió un conejo o un cabrito chico, no sabría decirlo. Al llegar al yeyuno, la primera parte del intestino, encontré una obstrucción del tracto, una bola muy dura -casi una piedra- de pelo y grasa”, añadió.

“El área estaba necrosada y (por la bola) el contenido del estómago no podía avanzar por el intestino para llegar al recto y ser eliminado. (Producto de la inflamación) El estómago empujaba el diafragma hacia arriba, por lo que tenía problemas para respirar”, es decir la disnea con la que fue captada, agregó Vega.

Así, Vega descartó de plano que la puma haya muerto por alguna acción humana o de perros.

“Históricamente se ha hablado de perros asilvestrados que matan pumas en el sector, es vox populi, probablemente ocurre cuando hay nieve en las montañas y los pumas bajan, pero hay que decir que en este caso expresamente no fue por la mordeduras de perros, ni terceros, ni disparos”, explicó Vega.

“Lo ideal habría sido operarla en el lugar donde la encontramos, pero era prácticamente imposible, no estaban las condiciones”, lamentó Vega.

Voces locales

BBCL también tomó contacto con el presidente del movimiento local Pro Fauna Salamanca, Víctor Rojas, quienes son contrarios a la postura del SAG.

En su opinión, la puma no murió por las mordeduras, pero sí pereció por la persecución de los perros en su contra.

La zona de la agresión pertenece a Minera Los Pelambres, no obstante existe una asociación de ganaderos que cuenta con la autorización de la minera para que su ganado, mayoritariamente bovino, deambule libre en el sector.

Este martes, Rojas sostendrá una reunión con el seremi de Medio Ambiente, Cristian Felmer, para analizar los pasos a seguir.

Consultado por una posible denuncia ante la PDI contra quienes resulten responsables, Ropas no quiso ir más allá.

“Nosotros pensamos que hay un encubrimiento que terminó con la muerte de una puma”, dijo.

“Nosotros no queremos ajusticiar a nadie en la plaza pública, queremos que el problema se tome de manera global con programas de educación medioambiental y poder trabajar en el conflicto entre ganadería y depredadores naturales”, aseveró.

En esa línea, Rojas acusó que tomó contacto con Vega, quien le habría entregado información parcelada del hecho.

“Nosotros como comunidad creemos que los perros persiguieron tanto al animal que, en un momento de su huida, se generó la impactación intestinal, la cual tuvo directa relación con el asedio (de los perros)”, aseguró Rojas.

“No estamos seguros que sean asilvestrados, tal vez son perros de arrieros del lugar”, agregó.

En cuanto a la acusación contra el director (s) del SAG, Rojas dijo que esta situación lo hacía pensar “de qué lado estaba (la autoridad)”, ya que -dijo- existen videos de personas que evidencian la persecución del animal, quienes no querrían entregarlos por miedo a perder sus trabajos.